Israel prorrogó por un año una exención que permitía a los bancos israelíes cooperar con los bancos palestinos, que estaban amenazados de paralizarse a partir del 1 de diciembre si no se renovaba esta autorización.
La prórroga fue aprobada el jueves durante una reunión del gabinete de seguridad, indicó a la AFP el portavoz del ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich (extrema derecha).
Este último había amenazado en mayo con cortar el vital canal bancario entre Israel y los bancos palestinos con sede en Ramallah, en Cisjordania, en respuesta al reconocimiento por parte de tres países europeos del Estado de Palestina.
Smotrich, colono y partidario de la anexión completa de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, informó entonces al Primer Ministro Benjamín Netanyahu que “no tenía intención de ampliar” la garantía anual del Estado que beneficia a los ” bancos corresponsales”.
A cambio de concesiones sobre la ampliación de los asentamientos judíos en Cisjordania, Smotrich finalmente accedió a ampliar la garantía sólo unos meses.
Desde el 30 de junio, la garantía se ha renovado varias veces, por duraciones variables, y la última vez por un mes, hasta el 30 de noviembre.
Hasta entonces, Smotrich había citado temores sobre la financiación de grupos armados palestinos a través de bancos palestinos para justificar esta extensión irregular.
El funcionamiento del sistema financiero, y por tanto la vida cotidiana de los palestinos en Cisjordania, depende de la renovación de esta garantía por parte del Estado israelí.
Esto protege a los bancos corresponsales israelíes contra posibles procesamientos (como por ejemplo por la lucha contra el blanqueo de dinero o la financiación del terrorismo) por las transacciones que realizan con sus homólogos palestinos.
Sin esta garantía, estas instituciones financieras israelíes no correrían el riesgo de la más mínima transacción con bancos registrados ante la Autoridad Palestina.
La garantía se renovaba tradicionalmente cada año antes del ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la guerra en curso entre Israel y el movimiento islamista palestino en la Franja de Gaza.
En julio, el G7 instó a Israel a “tomar las medidas necesarias” para permitir que el sistema financiero palestino funcione después de que la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtiera que “separar los bancos palestinos de sus homólogos israelíes crearía una crisis humanitaria”.
La gran mayoría del comercio en Cisjordania se realiza en shekels, la moneda nacional israelí, y la Autoridad Palestina carece de un banco central que pueda acuñar su propia moneda.
Con AFP
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