El Ministro Federal de Trabajo ha intervenido recientemente en conflictos laborales en nombre del interés público. Detener el funcionamiento de transportes estratégicos como trenes o puertos causaría demasiado daño a la economía. Pero en el caso de Correos de Canadá, el ministro tomó por sorpresa a ambas partes en cuanto a la autodestrucción de su empresa.
La huelga convocada por el sindicato postal corre el riesgo de tener consecuencias terribles para la organización. Día tras día, los clientes se pierden y es posible que nunca regresen. De hecho, la huelga acelera la pérdida de clientes que ya está en marcha.
Aclaremos una cosa: me gustan los trabajadores de Correos. No ganan grandes salarios, hacen trabajos exigentes, llueva o haga sol. Las personas que he conocido son personas amigables y dedicadas. Básicamente, no los considero abusadores del sistema y no les deseo daño.
Pérdidas colosales
Sin embargo, veo el callejón sin salida en el que los ha metido su sindicato. Puede que Correos sea una empresa pública, pero el accionista, el gobierno, no permitirá que pierda dinero sin cesar. El año pasado, la empresa perdió 750 millones de dólares. Este año, según lo que vemos en la tendencia, se quemarán más de mil millones.
Una empresa en esta situación financiera no puede firmar nuevos acuerdos con subidas asombrosas. En el mejor de los casos, intentará proteger el poder adquisitivo de sus empleados para conservarlos.
Sin embargo, la huelga corre el riesgo de empeorar gravemente la situación financiera de la empresa. Echemos un vistazo frío al impacto de la huelga en los dos segmentos comerciales de Correos.
Primero el correo. Está disminuyendo constantemente, año tras año. El volumen actual es menos de la mitad que hace 20 años. ¿Pero qué está pasando estos días? Instituciones, bancos, aseguradoras se comunican con sus clientes para ofrecerles comunicaciones electrónicas.
Personalmente, ya he recibido pocos correos útiles. Este bajo volumen probablemente se reducirá nuevamente a la mitad después de la huelga. Hablo con la gente que me rodea y me dicen lo mismo. Obviamente, este correo no volverá.
¿Los paquetes?
El segundo sector es el de paquetería. En este caso, las necesidades crecen debido a la popularidad de las compras online. Actualmente estamos en el período de las grandes compras.
Piense en todos los pequeños comerciantes que se han esforzado durante las últimas dos semanas para encontrar otra empresa de reparto. ¿Cuántos de ellos habrán puesto para siempre una X en los servicios de Correos de Canadá? Incluso aquellos que regresan, apuesto a que ya no pondrán todos sus huevos en la misma canasta con Canada Post.
La pérdida de clientes y la disminución del volumen corren el riesgo de obligar a Canada Post a implementar despidos masivos. Tendremos una gran convención, pero ¿para quién?
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