Otro problema sobre la mesa de los dirigentes en ejercicio es el de la anunciada bajada de precios. Los consumidores que desean comprar su baguette a 150 francos CFA corren el riesgo de desilusionarse.
De hecho, la Asociación de Molineros Industriales de Senegal (AMIS) se niega a aplicar los nuevos precios fijados por el Gobierno para la harina de trigo. Durante el Consejo Nacional de Consumidores, celebrado el viernes pasado, el Gobierno fijó el precio de la harina de panadería tipo 55 en 15.200 francos por saco de 50 kg, y el de la harina de panadería mejorada en 15.700 francos por saco de 50 kg.
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Sin embargo, los molineros decidieron no aplicar estos nuevos precios, alegando el riesgo de vender con pérdidas, según una fuente interna de AMIS citada por seneweb. Esta fuente precisa también que la situación financiera de los molineros no les permite seguir esta medida. Los molineros afirman haber sido consultados en mayo por el primer ministro, Ousmane Sonko, pero no se llegó a un consenso sobre esta medida.
“Se suponía que se realizaría una segunda reunión para encontrar una solución definitiva, pero esto no se concretó. Los molineros se enteraron repentinamente de este descenso sin consultarlo previamente. Todos estos motivos nos llevan a no poder aplicar los precios fijados por el gobierno”, explica nuestro interlocutor.
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