Más de un año, está bien. De tres, es un desastre. Comparis publicó el martes su índice de precios al consumo (IPC) para el mes de noviembre de 2024, centrando el análisis en la evolución de los gastos relacionados con la calefacción durante los últimos tres años. Y basta decir que el aumento general iniciado a principios de 2021, sumado a los efectos de la guerra en Ucrania, todavía se siente, con una excepción.
Sin duda, ha habido una gran mejora en los últimos doce meses, lo que se tradujo en una caída media del 14,1% en los precios de la energía para calefacción. Pero a pesar de ello, en los últimos tres años las cifras han mostrado un claro aumento. El gas, por ejemplo, aumentó su precio un 48,5%. “La falta de gas ruso podría compensarse con otros proveedores, pero con precios más altos”, analiza Dirk Renkert, experto de Argent Comparis. Y señalar que la evolución del precio del gas “muestra los riesgos de una dependencia excesiva de diferentes proveedores”.
En el caso de la leña, el aumento se estimó en un 25%. Después de un gran comienzo, el pellet se vio muy afectado, en 2022, por un aumento de los precios debido a un fuerte aumento de la demanda. “La fortaleza del franco no cambió nada, porque alrededor del 80% de la oferta procedía de la producción nacional”, señala Dirk Renkert. Los precios de la calefacción urbana han aumentado un 36,8%, según Comparis. Entre los métodos de calefacción estudiados, sólo el fueloil obtuvo buenos resultados, con una caída de precios del 0,6%.
El resultado: en los últimos tres años, los costes de calefacción en Suiza han aumentado de media un 24,0%, según el comparador online.
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