Porque este 23% de votos obtenidos en la recta final y sobre todo la forma de recogerlos podrían inspirar rápidamente a otros. Muestran temas prometedores y cómo hacerlos populares. Cualquier parecido en las próximas elecciones en Europa no sería pura coincidencia.
El histórico fracaso de las urnas muestra hasta qué punto los electores pusieron en órbita el cohete Georgescu en los últimos días. Quizás tan rápido como la escalada de la guerra en la vecina Ucrania. Antes de la primera vuelta, los institutos lo situaban en… un 9% de intenciones. Anónimo entre los 14 candidatos. ¿Cómo cambió todo? En cuanto a la forma, sus vídeos líricos, como los clips en TikTok, se han vuelto virales, lo que le permite liberarse de los medios tradicionales guiados hacia los demás por las encuestas tradicionales.
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País estratégico para la OTAN que cuenta con varias bases y un escudo antimisiles estadounidense, Rumanía y sus 19 millones de habitantes se encuentran en la primera línea del conflicto. Si el discurso soberanista y populista de Georgescu es bastante clásico, como su forma de atacar a Europa, parece haber sabido capitalizar el miedo a la guerra presentándose como un hombre tranquilizador. “No más inclinaciones ante Occidente” para tener “tranquilidad”. Putin no es el enemigo.
“Cualquier parecido en las próximas elecciones en Europa…”
Para convencer, destaca su pertenencia a la religión ortodoxa, que es mayoritaria. Pero también, lo que es más sorprendente, la profesión de naturópata de su esposa. El bienestar y la religión frente a la guerra en un contexto de crisis económica han acabado por arrasar con el Primer Ministro socialdemócrata y sus aliados liberales, muy derrotados. Un clásico observado en todas partes de Occidente.
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Más sorprendentemente, el desconocido Georgescu le quitó parte del mercado electoral al otro candidato de extrema derecha pro-Putin y seguidor de Trump, George Simion. Como si el joven líder del partido ultranacionalista rumano, cuarto, ya hubiera pasado de moda o hubiera pulido demasiado su discurso para parecer respetable. Las ideas de extrema derecha siguen en una posición de fuerza antes de la segunda vuelta del 8 de diciembre.
Una segunda vuelta, frente a otra casi desconocida, Elena Lasconi, alcaldesa reformista de centroderecha de una pequeña ciudad. Dos candidatos que son símbolos de agitación no sólo en materia política sino también de alianzas estratégicas. Las urnas rumanas exigen un armisticio a toda costa, incluso si ello implica sacrificar Kiev. Los discursos apocalípticos de Putin están dando frutos. A partir del domingo las elecciones legislativas podrían confirmarlo.
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