En el mundo de las retransmisiones deportivas prevalece un código no escrito: asumir siempre que el micrófono está encendido. Esta regla sirve como advertencia para las personalidades del aire, recordándoles que sopesen sus palabras cuidadosamente para evitar controversias innecesarias.
Sin embargo, en 2019, el ícono de la NBA Kevin McHale rompió esta directiva tácita durante una transmisión de TNT del juego entre los Boston Celtics y los Philadelphia 76ers. Durante lo que pensó que era una discusión privada con el co-comentarista Jim Jackson, McHale hizo un comentario mordaz sobre alguien, sin saber por completo que su micrófono estaba abierto, lo que permitió a los espectadores escuchar su comentario informal.
“Solía discutir con él todo el tiempo. Es un imbécil… No ha cambiado en nada. Su cabello simplemente se volvió gris”, bromeó McHale, claramente poniendo el pie en el plato. Jackson, también ex estrella de la NBA, apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que le sobreviniera la vergüenza.
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McHale, cariñosamente conocido como el “Agujero Negro”, tuvo una extraordinaria carrera de 13 años en la NBA, destacada por tres títulos de campeonato y siete selecciones al Juego de Estrellas. Sus elogios incluyen tres honores del Primer Equipo Defensivo All-NBA y dos premios al Sexto Hombre del Año, todos ellos factores que han solidificado su estatus como leyenda del baloncesto, particularmente entre los fanáticos de los Boston Celtics, lo que ha llevado a honrar su número 32 dentro de la franquicia.
Además de su legado, McHale también tenía una notoria reputación de hablar basura, a menudo comparado con sus famosos compañeros de equipo Larry Bird y Cedric Maxwell. McHale nunca ha sido alguien que rehuya el arte del combate verbal, y una vez afirmó que realmente no entiende el concepto de “cruzar la línea” cuando se trata de hablar basura.
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Incluso años después de colgar sus zapatillas en 1993, la inclinación de McHale por las burlas seguía siendo evidente, como lo demostró este infame incidente. Surgieron especulaciones sobre si sus comentarios estaban dirigidos al ala cerrada de los 76ers, Jimmy Butler, especialmente porque las cámaras se habían centrado en Butler cuando McHale hizo su comentario. Esta teoría ganó fuerza debido a su tiempo compartido en los Minnesota Timberwolves, pero en realidad, McHale y Butler nunca jugaron juntos en esa franquicia.
En cuanto a a quién se refería realmente McHale, parecía ser alguien mayor y más cercano a su edad, ya que sus comentarios insinuaban que el individuo ya había comenzado a tener canas y había pasado un tiempo considerable con él en el pasado.
En un esfuerzo por aclarar la confusión, McHale insistió: “No, no, no. Les prometo que no fue él. Fue otra persona”. Además, el ex ala de los Celtics expresó su pesar por su error en el aire, reconociendo lo inadecuado de su lenguaje para una audiencia en vivo. “Jackson y yo estábamos hablando de un conocido mutuo, y utilicé un término que definitivamente no era halagador; salió al aire y me tomó por sorpresa”, admitió.
Curiosamente, McHale no fue el único que enfrentó críticas por su lenguaje fuerte durante este partido. Después de la victoria de los Celtics por 112-109, la superestrella de los 76ers, Joel Embiid, concluyó su conferencia de prensa posterior al partido expresando a la prensa su descontento con los árbitros, proclamando que los árbitros “son unos idiotas*”. ¿La distinción clave? Si bien Embiid era muy consciente de que sus comentarios estaban siendo grabados (lo que finalmente le costó una multa de 25.000 dólares), McHale parecía felizmente inconsciente de la presencia de su micrófono.
A medida que el mundo de la NBA continúa evolucionando, momentos como el error de McHale en el aire sirven como un conmovedor recordatorio del delicado equilibrio entre franqueza y profesionalismo en los comentarios deportivos.
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