En cada etapa de esta guerra interminable que, desde hace 1.004 días, ha agotado a Ucrania, cansado a sus aliados y preocupado a nuestra opinión pública, buscamos las palabras para caracterizar y congelar, si es posible, los niveles de escalada. Desde los masivos ataques rusos del fin de semana pasado, el ritmo se ha acelerado: luz verde de Washington y Londres que autoriza a Kiev a utilizar misiles de largo alcance y minas antipersonal, primeros disparos en territorio ruso, respuesta del Kremlin que publica una versión extensa de su doctrina nuclear y anteayer lanzó sobre Dniéper un misil hipersónico sin ojiva nuclear, calificado en la televisión de “misil invencible” por Vladimir Putin, como para tranquilizar a su propia población. ¿Dónde estamos esta mañana? ¿Hasta qué punto puede el Kremlin plantear la amenaza definitiva sin socavar la disuasión que une a las potencias en cuestión?
Ucrania frente a la comunidad internacional
Donald Trump promete poner fin a la guerra en 24 horas. ¿Jo Biden le está preparando el terreno al seguir fortaleciendo militarmente a Ucrania o le está dificultando la tarea? Los comentaristas ya están iniciando el juicio a una administración estadounidense cuyo apoyo a Kiev fue demasiado tímido, demasiado lento, olvidando un poco rápidamente las vacilaciones y divisiones de los europeos en cada etapa de este difícil proceso. Un proceso que, tanto para los ucranianos como para Vladimir Putin, comenzó hace apenas 20 años, en noviembre de 2004, cuando la Revolución Naranja reveló las aspiraciones democráticas de una población que se volvió hacia Occidente, hacia Europa y no más hacia el Imperio. Diez años después, en 2014, con la anexión de Crimea y la ocupación de Donbass, ya sufría los primeros ataques sangrientos por parte del Kremlin.
Hoy Ucrania está incruenta, pero Rusia no puede derrotarla. Esta es ya una observación sorprendente, ya que mide el coraje de su población y la incapacidad de Vladimir Putin para comprender el vigor del sentimiento nacional que la une. ¿Dónde está hoy la sociedad ucraniana, cómo afecta la guerra a esta maduración democrática de 20 años y cuál podría ser el precio de la paz a sus ojos?
Nuestros invitados:
marie mendras publicado recientemente Guerra Permanente. La estrategia definitiva del Kremlin (febrero de 2024, Calmann-Lévy).
Alexandra Goujon publicado Ucrania: de la independencia a la guerra (Le Cavalier Bleu, 2021, edición revisada y ampliada en 2023).
Elie Tenenbaum Recientemente realizó para el IFRI el estudio “Regreso al Este: Francia, la amenaza rusa y la defensa del “flanco oriental” de Europa”, en colaboración con Amélie Zima.
Constantin Sigov publicó el libro en enero de 2023. El coraje de Ucrania. Una pregunta para los europeos (Ediciones del Cerf); Y Cuando Ucrania se levante. El nacimiento de una nueva Europa con Laure Mandeville (Talent Editions, 2022).
Adrien Nojon publicado en septiembre de 2023 el trabajo El Regimiento de Azov: el nacionalismo ucraniano en guerra (Ediciones del Cerf).
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