David Damba huyó de Guinea Conakry en 2020, perseguido por su religión. Francófono, llegó a Francia en septiembre de 2022 como solicitante de asilo. Está con nosotros en Florac desde junio de 2023 e inmediatamente se integró al tejido asociativo local.
Se ofreció espontáneamente a colaborar en la organización de varios eventos (comité de fiestas, veladas Nueva Dimensión y Ancrier). A partir de septiembre de 2023 se incorporó al equipo de fútbol Florac, en el que se convirtió en un elemento imprescindible y donde participó activamente en la vida del club. Desde hace un año, también es voluntario en Restos du Cœur. Incluso quiere postularse para convertirse en voluntario del Departamento de Bomberos de Florac, pero esto es imposible porque su solicitud de asilo fue rechazada y ahora es indocumentado.
A pesar de su implicación en el pueblo, del apoyo de todo el equipo de fútbol, de su entrenador, de todos sus amigos aquí y de varios empresarios interesados en su candidatura, hoy se encuentra bajo la OQTF (Obligación de abandonar el territorio francés) y su vida aquí está amenazada.
Ante el riesgo de arresto domiciliario (tener que presentarse todos los días en la gendarmería) y expulsión permanente, ¡¡es urgente reaccionar!!
Tres empresas de los sectores en crisis (construcción y restauración) estarían dispuestas a contratarlo: la empresa Chapelle a partir de enero, la empresa Figueredo también y las P’tits Cévenols para la temporada de verano. Sin embargo, todos sabemos que en Lozère los empresarios luchan por encontrar empleados, por lo que sería absurdo expulsar a personas motivadas a quedarse aquí e instalarse allí.
Señor Prefecto de Lozère, nosotros, habitantes de Florac y de sus alrededores, exigimos la anulación inmediata de esta medida administrativa, en contradicción con la situación local y su situación personal, y un permiso de residencia que permita a David Damba vivir y trabajar en Florac.
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