El tribunal penal de Vannes (Morbihan) juzgó, este viernes 22 de noviembre de 2024, a un joven de 27 años, interceptado durante un amplio control en carretera realizado por los gendarmes dos días antes.
Condenado en 2023 por tráfico de cannabis, cocaína, MDMA y ketamina en Vannes, al acusado se le prohibió permanecer en Morbihan durante cinco años. Pero volvió a vivir con su pareja, en Saint-Nolff.
“Mi hija enfermó, la pusieron en cuidados intensivos. Vine por ella y para cuidar a mi pareja, él indica. Desde entonces he estado trabajando, lo que demuestra que me he reintegrado. »
“Sobre todo, demuestra que usted está violando gravemente las decisiones dictadas ante el tribunal, espeta la presidenta, Chrystelle Rivalland. Usted aceptó esta sentencia, pronunciada en el marco de una comparecencia previa admisión de culpabilidad, y detrás de ella apela. » es un “posible enfoque, pero extremadamente raro cuando la sentencia es pronunciada y aceptada” como parte de la declaración de culpabilidad, señala además el fiscal Maxime Antier. Señala la supuesta infracción del acusado, quien, a sabiendas, “organizó su vida en Morbihan, de forma totalmente ilegal, incumpliendo la decisión judicial”. Y exige un « fuerte de señales » : cuatro meses de prisión con orden de internamiento.
“El delito se constituye, pero ya no será así si el tribunal de apelación reduce esta prohibición al simple territorio de Vannes”, admite Perrine Limon Duparcmeur, abogada del acusado, pidiendo una decisión que le permita “Continuar su reintegración que hasta la fecha está muy avanzada”.
El tribunal escuchó sus argumentos. El joven padre es condenado a dos meses de prisión, que se suman a los 10 meses de su condena en el marco del tráfico de drogas.
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