Londres (awp/afp) – Los precios del petróleo dudaron el viernes y volvieron a caer después de abrir la sesión en verde, mientras el mercado aún evalúa la posibilidad de que las instalaciones petroleras rusas se vean afectadas por disparos ucranianos, en un mercado con excedente de oferta.
Hacia las 12:25 GMT (13:25 CET), el barril de Brent del Mar del Norte para entrega en enero perdía un 0,75%, hasta 73,67 dólares.
Su equivalente estadounidense, el barril de West Texas Intermediate (WTI), para entrega el mismo mes, cayó un 0,88% a 69,48 dólares.
El Kremlin afirmó el viernes que estaba seguro de que Estados Unidos “comprendió” el mensaje de Vladimir Putin en su discurso de la víspera, donde reivindicó el disparo contra Ucrania de un nuevo misil diseñado para transportar una ojiva nuclear.
También dijo que Moscú se reserva el derecho de atacar a los países occidentales que permitan a Ucrania usar sus armas en suelo ruso.
“No importa qué límites de uso impongan el Reino Unido y los EE.UU. a Ucrania, lo que el mercado teme es una destrucción accidental de petróleo, gas o instalaciones de refinación”, subraya John Evans, analista de PVM Energy, “lo que causaría daños a largo plazo y también aceleraría la espiral de la guerra”.
Pero el mercado tiene en cuenta “la caída mensual de la demanda china de petróleo, una OPEP+ vacilante” sobre una posible continuación de las reducciones voluntarias de producción y “un dólar estadounidense furioso”, que aumenta el coste del barril, explica el analista.
Así, “la combinación de una demanda mundial débil y una oferta abundante” sigue haciendo bajar los precios, confirma Ipek Ozkardeskaya, analista del Swissquote Bank.
En Irán, la situación también es tensa, ya que el país anunció el viernes que ponía en servicio “nuevas centrífugas avanzadas” en el marco de su programa nuclear, en represalia por la adopción en Viena de una resolución que recordaba a Teherán sus obligaciones. el Tratado de No Proliferación (TNP).
En cuanto al gas, “la llegada del frío a Europa agrava la situación y la dependencia, aunque menor (desde el inicio del conflicto, nota del editor), del continente del gas ruso sigue siendo un problema real”, subraya John Evans.
El gigante gasístico ruso Gazprom también interrumpió el fin de semana pasado sus suministros a Austria, país que todavía depende en gran medida de este proveedor, en medio de disputas contractuales.
El Gobierno estadounidense anunció el jueves una serie de sanciones dirigidas en particular al brazo financiero de Gazprom, el Gazprombank, así como a una cincuentena de establecimientos bancarios rusos más, para limitar el “acceso al sistema financiero internacional” y reducir la financiación del Esfuerzo bélico ruso en Ucrania.
afp/jh
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