Para hacer frente a una situación demográfica considerada “catastrófica” el pasado mes de julio, Rusia anunció, a través del portavoz del Kremlin, que “necesita” inmigrantes.
Una tasa de natalidad a media asta. Rusia se enfrenta a una crisis demográfica que la obliga a mirar hacia afuera. En una entrevista con la agencia RIA Novosti publicada este viernes 22 de noviembre, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que el país “necesita” inmigrantes.
“El problema es que tenemos una situación demográfica muy tensa. Vivimos en el país más grande del mundo, pero somos pocos”, explicó Dmitry Peskov y añadió: “Para poder desarrollarnos dinámicamente y realizar todos los proyectos de desarrollo, necesitamos una mano amiga.
En julio pasado, Rusia consideró que su situación demográfica era “catastrófica para el futuro de la nación”. Para aliviar esta profunda crisis, heredada de la era soviética y ampliamente amplificada por el conflicto en Ucrania, el país adoptó, el 12 de noviembre, una ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin niños.
Menos niños que durante la era soviética
En 2023, la tasa de fertilidad en Rusia fue de 1,41 hijos por mujer en edad fértil, muy lejos de la tasa de reemplazo de la población (2,05 hijos por mujer), según estimaciones de la Agencia Rusa de Estadística (Rosstat).
Aunque Rusia no comunica sus pérdidas militares en el frente ucraniano, el conflicto tiene cierto impacto en la demografía.
Según Rosstat, entre enero y septiembre de 2024 nacieron en Rusia 920.200 niños, un descenso del 3,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Según los medios rusos, se trata del peor balance desde finales de los años 1990.
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