Cada vez más jóvenes, a menudo menores de edad, firman contratos por importes de hasta 30.000 euros. Los “narcomicidios”, estos asesinatos vinculados al tráfico de drogas, están explotando en Europa. Una violencia escalofriante donde los adolescentes se convierten en armas de redes criminales.
Las redes criminales ya no dudan en reclutar a menores para realizar su trabajo sucio. Según Europol, siete de cada diez bandas emplean a jóvenes de 13 años o más, atraídos por el afán de lucro o obligados por amenazas. En Francia, el 60% de las personas acusadas de asesinatos o intentos de asesinato relacionados con el tráfico de drogas tienen entre 14 y 21 años.
Entre estos jóvenes asesinos, Matteo, de 18 años, se ha convertido en el símbolo de una generación marcada por la violencia extrema. En abril de 2023, unos vídeos en los que aparece, encapuchado y riendo, alardeando de sus “contratos”, conmocionaron al país. Ahora es sospechoso de cinco asesinatos.
Mano de obra barata
La juventud de los asesinos no es casualidad. Los patrocinadores favorecen estos perfiles para reducir sus propios riesgos. Yann Sourisseau, jefe de la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado, explica: “Ni siquiera conocen a sus víctimas. Sólo las matan por dinero. Estos jóvenes son actores prescindibles, no importa si los arrestan”.
Las redes criminales explotan métodos modernos de reclutamiento, en particular a través de Snapchat y Telegram. Estas plataformas también sirven para glorificar la violencia. Vídeos de crímenes en tiempo real, discusiones privadas alimentadas por imágenes macabras: la puesta en escena fascina y recluta.
Marsella, laboratorio de violencia importada
La ciudad de Marsella ilustra claramente este aumento del poder de los jóvenes sicarios. Mohamed, educador de Marronniers, da la voz de alarma: “Ahora un joven puede convertirse en un asesino de la noche a la mañana”. Algunos, como Pablo, un joven marsellés de menos de 25 años, cuentan su trayectoria, de comerciante de poca monta a asesino. Por un asesinato, dice haber recibido 20.000 euros, pero admite haber pagado el precio: “Duermo mal, muy mal”.
Al contrario de lo que podría creerse, estos asesinatos no fueron improvisados. Las redes criminales operan con precisión y cada paso se planifica cuidadosamente. Los vídeos de vigilancia muestran escenas escalofriantes: hombres asesinados a tiros en la calle, en hora punta. A pesar de la brutalidad y exposición de estos actos, los patrocinadores permanecen en la sombra. Esta subcontratación criminal les permite protegerse: si arrestan a un joven asesino, será fácilmente reemplazado.
Mira el programa “Aún menores, ya asesinos” este viernes a las 19:50 horas en RTL tvi y streaming en RTL play.
Francia Marsella asesino
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