¿Quién no ha gritado nunca de dolor tras pisar descalzo un Lego tumbado? ¡Esta experiencia universalmente temida, particularmente por los padres de niños desordenados (de niños…) finalmente ha sido estudiada científicamente! Un investigador bastante valiente, hay que admitirlo, llamado Nate Scovill se ha embarcado en una misión peligrosa: determinar objetivamente qué pieza de Lego es la más dolorosa al pisarla.
¡No más conjeturas y debates acalorados en Reddit! Nuestro intrépido científico ha desarrollado un riguroso protocolo experimental. Y aunque él mismo admite no ser ingeniero, su enfoque resultó ser notablemente ingenioso (casi se entiende la rima).
En lugar de sacrificar sus propios pies en el altar de la ciencia (lo que habría sido heroico pero difícilmente reproducible), creó una banco de pruebas capaz de reproducir la fuerza ejercida por un humano de 68 kg caminando sobre un LEGO. El dispositivo, compuesto por un brazo articulado con peso y un mecanismo de liberación rápida, debe simular el impacto de un paso con una fuerza controlada.
Primera fase de prueba: observar el impacto de las diferentes partes en un pedazo de cartón. Tres capas de cartón superpuestas permitieron medir con precisión los daños causados por cada ladrillo, creando incluso un gradiente de deformación que proporcionó datos especialmente detallados.
Para la segunda fase, nuestro investigador se inspiró en Cazadores de mitos haciendo un pie artificial de gel balístico. Este material, utilizado por el FBI para probar el impacto de las balas, simula perfectamente la densidad del tejido humano. A pesar de algunas dificultades técnicas con el moldeo (y un costoso error en la dosificación del gel), esta innovación permitió mediciones aún más precisas.
Pero, ¿cómo elegir entre las miles de piezas de Lego existentes?
Porque sí, la marca danesa ha creado más de 4.000 formas diferentes a lo largo de los años. Para establecer una preselección relevante, nuestro investigador recurrió a los expertos más calificados: las propias víctimas, a través de las comunidades Reddit y Discord.
Las pruebas revelaron algunos resultados fascinantes. El clásico bloque 2×2 resulta sorprendentemente indulgente. Por otro lado, las piezas pequeñas y puntiagudas, como sombreros de mago o ramas de árboles, eran particularmente crueles.
Pero la gran perdedora es una vieja rueda de Lego que ya no se produce en la actualidad. ¿Su particularidad? A eje metálico integrado lo que prácticamente lo convierte en un error gigante. El óxido presente en ciertos ejemplares añade incluso un riesgo de infección al trauma inicial ^^.
El estudio también destacó un peligro inesperado: el famoso “marrón quebradizo”, de color marrón, especialmente frágil, utilizado en series antiguas. Estas piezas tienden a romperse con facilidad, creando fragmentos afilados. Durante una prueba extrema con una resortera (sí, la ciencia da para mucho), estas partes literalmente se desintegraron al impactar, proyectando fragmentos capaces de penetrar la piel.
Ahí lo tienes, detrás de cada “¡Ay! ¡Maldición!” Ahogada en medio de la noche se encuentra una interacción física real y compleja entre materiales, fuerzas y anatomía. Esta experiencia también pone de relieve la evolución de las normas de seguridad en la industria del juguete: afortunadamente, las piezas metálicas y los plásticos frágiles han desaparecido de la producción moderna.
Así que la próxima vez que pises una pieza de Lego, al menos puedes consolarte diciéndote que, sin saberlo, estás participando en la validación de los datos de este estudio.
Fuente
Related News :