Por lo tanto, a partir de finales de 2026, el biogás generado por los residuos del sitio de RMR se transformará en gas natural renovable. Según las estimaciones, el proyecto eliminará 10.000 toneladas de CO2 de la atmósfera al año, el equivalente a 3.000 casas que pueden calentarse con energía hidroeléctrica. Además de sus beneficios de ahorro de energía, la llegada de Waga Energy también representa una importante fuente de ingresos para CMA.
“Este es un proyecto que estábamos esperando desde hace mucho tiempo. Se trata de entre 12 y 17 millones durante la duración del acuerdo durante un período de 20 años. Así también reducimos las facturas de los ciudadanos. Es un proyecto en el que sólo hay ganadores”, afirmó la prefecta del MRC, Maria-Chapdelaine, y presidente del RMR, Luc Simard.
Para Waga Energy, las modificaciones necesarias en el emplazamiento de RMR, incluida la construcción de una unidad de depuración, supondrán unas inversiones de 30 millones. La empresa, que asumirá todos los costes, se encuentra sólo en el inicio del proceso y aún necesita obtener determinadas autorizaciones.
Será la cuarta ciudad de la provincia, y la segunda de la región, en acoger las instalaciones de la productora de biogás de origen francés. Aunque admite que el mercado aún está emergiendo en Quebec, la presidenta y directora ejecutiva de Waga Energy Canada, Julie Flynn, todavía ve algunos avances.
“Vemos que hay conciencia, el metano tiene un 84% más de impacto que el CO2. Hay tres fuentes principales de emisiones de metano: los residuos, la producción de productos petrolíferos y la agricultura. Y en términos de residuos y agricultura, la producción de biogás y su valorización permiten realmente reducir su impacto”, indica Julie Flynn.
El biogás producido en el vertedero de la estación de Hébertville se inyectará en la red de distribución de gas natural de Énergir.
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