El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, reconoció el miércoles que el doble apoyo militar a Ucrania e Israel está pesando sobre las reservas de armas estadounidenses. La declaración, realizada durante una conferencia de prensa en Laos, destaca los desafíos logísticos que enfrenta la administración Biden.
“La asistencia de seguridad simultánea brindada a Ucrania e Israel definitivamente ha eliminado algunos equipos de nuestras reservas”, admitió Austin. Sin embargo, el jefe del Pentágono subrayó los aspectos positivos de esta situación: cada decisión presidencial de suministrar armas conlleva una renovación de los arsenales con equipamiento más moderno.
Esta dinámica también genera beneficios económicos positivos para Estados Unidos. “Estas armas y municiones se fabrican en suelo estadounidense, lo que crea empleos”, explicó Austin. Sin embargo, reconoció que este proceso de reposición “lleva tiempo”.
Para abordar estos desafíos, la administración Biden está trabajando activamente con la industria armamentista para aumentar las capacidades de producción de la base industrial estadounidense. Esta estrategia tiene como objetivo mantener la capacidad de Estados Unidos para apoyar a sus aliados preservando al mismo tiempo sus propias reservas estratégicas.
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