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¿Cómo será el día a día de un viticultor en su finca dentro de diez años?

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¿Hasta qué punto la inteligencia artificial alterará la vida cotidiana de los viticultores?

Christophe Riou: El sensores digital que dependen de lainteligencia artificial existen desde hace mucho tiempo, como el seguimiento y la gestión de las fermentaciones. Esto está sucediendo ahora en Vine. La IA también brinda soporte para la logística y el embalaje. Mañana, el asesoramiento estará a cargo de la IA y las funciones de soporte las brindarán soluciones globales de consultoría en inteligencia artificial (legal, financiera, de consultoría). Quizás la IA también apoye el marketing. No será un verdadero avance como los fitoproductos o la mecanización, pero esta transición permitirá ganancias de productividad.

​​​​​​Anthony Clenet: La inteligencia artificial cubre dos sectores principales diferentes. El que está recibiendo mucha atención en este momento es el deIA generativa (imágenes, textos, traducciones, etc.). No estoy seguro de que esta rama vaya a revolucionar la agricultura.

La otra parte de la IA es la que se integra con otras herramientas como herramientas de apoyo a la toma de decisiones o el robots. Una IA podrá detectar obstáculos, otra predecir ataques de enfermedades o incluso rendimientos. La IA se está infundiendo en muchas áreas que ayudarán en la toma de decisiones. Más bien, será una nueva ola en la revolución digital que ya ha aportado mucho a la agricultura.

Ante los problemas de contratación, ¿serán los robots la fuerza laboral del mañana?

AC: Hay que hacer reservas al desarrollo de robots. En primer lugar, la normativa. La mayoría de los robots todavía necesitan supervisión, no pueden cruzar una calle, etc. Tendremos que eliminar todos estos obstáculos para que los robots puedan sustituir a los personal. Pero diez años llegaron rápidamente a la escala regulatoria. El segundo obstáculo para el despliegue de robots es su coste. Esto último depende de la cantidad de dispositivos vendidos y de las economías de escala que los fabricantes podrán realizar. Si los robots se vuelven multifuncionales, se desarrollarán.

​​​​​​CR: La viticultura ya es una producción altamente mecanizada. queda ahí tamaño. La IA combinada con la robótica mañana permitirá automatizar este paso. También podemos imaginar que la cosecha se hará racimo por racimocon una evaluación automática del nivel de madurez. Pero los robots son caros y no sirven para todos los viñedos; creo más en automatización tareas. Vemos que se están desarrollando la autoguía y la asistencia a la conducción. Asimismo, podemos pensar que se desplegará aspersión fija, así como riego de precisión.

¿Qué lugar tendrá la agroecología?

CR: Habrá varias estrategias de producción que convivirán. Una viticultura de alto valor añadido, con arraigo local y que tendrá en cuenta aspectos de sostenibilidadcon suelos vivosde agroforesteríaetc. Y al mismo tiempo, tendremos una viticultura más tecnológica, que dará respuesta a nuevos mercados como el de burbujaso vinos bajos en alcohol. También veremos la llegada de cultivos asociados de doble propósito, como la cobertura de pastos, el cultivo entre hileras y los setos.

AC: Es difícil responder porque detrás de la palabra agroecología hay muchas prácticas diferentes. Algunos serán aplicados por todos mañana, como el razonamiento de cantidades de fitoproductos basado en ataques y pronósticos informe meteorológico. Otros, sin embargo, como la cubierta vegetal, plantean muchas preguntas y deben considerarse caso por caso. Además, en el contexto actual será difícil mantener técnicas costosas. Algunas granjas llegan muy lejos, con setos, gallinas, etc. Encuentran un equilibrio económico que muchas veces va de la mano del enoturismo y la hostelería en la finca. Pero éste no puede ser el único modelo. En el ICV apoyamos una diversidad de modelos.

¿Cómo trataremos las vides?

AC: Es difícil imaginar una revolución en tratos. Las soluciones son prometedoras, como la variedades resistentes. Pero todavía no disponemos de todas las variedades necesarias y todavía no medimos el impacto en los consumidores. Podemos esperar avances en la modulación de dosis, con cada vez más sensores a bordo de los tractores. Esto podría ser un verdadero apoyo. Pero básicamente, dentro de diez años, la protección de la vid podría acercarse bastante a la actual. Quizás con robots…

CR: Estamos ante una reducción continua de sustancias activas, la cobre está en libertad condicional. Por tanto, será necesario combinar soluciones de biocontrol, estimulación de las defensascepas resistentes. Podemos imaginarnos acercándonos al boom cerealero con fumigaciones continuas de SDN y/o biocontrol. Pero como no habrá una solución eficaz en catorce días, también será necesario reforzar la profilaxis, en particular eliminando el inóculo primario y reforzando las observaciones de campo y la predicción de riesgos mediante modelos.

¿Cómo conciliaremos el cambio climático y la viticultura?

CR: La innovación no permitirá que la viticultura se adapte a cambio climático en todas las situaciones. Habrá una evolución del viñedo; Será necesario repensar el sistema de gestión con rupturas reales como la tazala pérgolaetc. El material vegetal será una palanca importante. Asimismo, existen pistas con el microbiotael papel de Soletc. Tendremos que reducir el consumo de agua y aumentar la sombra de las viñas. Existen modelos más resilientes, pero mantener las vides en determinados lugares será difícil, a menos que produzcan con rendimientos inferiores a 20 hl/ha.

​​​​​​​AC: El cambio climático es un verdadero desafío para la viticultura. En ciertos lugares será difícil conciliarla con la vid, como en el Pirineos Orientales. Podríamos mantener las vides allí, pero con menores densidades, trabajo manual, métodos de manejo y modelos económicos diferentes. La otra solución es migrar en altitud. Hay viñedos históricos que desaparecerán y otros que aparecerán. En general, tendremos que aceptar reducciones en el rendimiento y pensar en un nuevo equilibrio económico. No habrá una solución milagrosa sino un conjunto de soluciones.

NBT (1) ¿Serán aceptados y desplegados?

CR: Al igual que la hibridación, NGT (1) será un nuevo paso en la adaptación del vegetal. La investigación avanza muy rápidamente en Italia o China. El debate estará impulsado por los principales cultivos; será el consumidor quien decidirá si estas técnicas son aceptables o no. Por el momento estamos en la etapa de investigación. Se conocen pocos marcadores genéticos, como la resistencia al mildiú o al oídio, por ejemplo.

¿Qué problemas de muerte regresiva podemos esperar que se resuelvan en diez años?

CR: Habrá una evolución en el muerte regresiva. Avanzamos hacia la identificación de un gen de resistencia a anudado cortosabemos que la Magdeleine des Charentes negra es tolerante con flavescencia dorada. Con técnicas de hibridación y NGT aceleraremos la resistencia y tolerancia a determinadas enfermedades. Mañana, la principal amenaza vendrá de nuevas plagas o vectores, como Xylella fastidiosa fastidiosa o Popillia japonicalo que puede ser devastador. La clave estará en el tríptico: prevención, detección, anticipación.

AC: Estamos ante problemas cuyas causas están mal identificadas y diez años es poco tiempo. El trabajo y esfuerzo que realiza el sector está dando sus frutos y estamos viendo técnicas como cintura suave que se encuentran difundidos. Esto ayudará a frenar un poco el fenómeno. Pero a priori no habremos encontrado una solución dentro de diez años.

¿Cuáles serán las amenazas de plagas mañana?

AC: Vemos que nuevas plagas, como Saltamontes africanoo Cryptoblabes gnidiella plantean actualmente problemas. Pero disponemos de sistemas de vigilancia eficaces y somos reactivos, incluso si aún nos puede acechar una crisis sanitaria, sobre todo con la aparición de virus (enfermedad de pierce).

¿Cómo la profesión tendrá en cuenta el impacto del carbono?

CR: La posición principal es la de embalaje un tu transporte. Se trata de un ámbito que evolucionará con bastante rapidez, con una evolución del peso de las botellas, de los métodos de distribución de los vinos y del desarrollo de los pequeños graneles y reutilizar. Al mismo tiempo, los viticultores también podrán actuar sobre el suelo, los equipos y los árboles. Pero creo que más bien avanzaremos hacia territorios neutros en carbono, con un sistema de compensación. Ésta es la visión de grandes grupos, como Moët Hennessy, que están llevando a cabo programas de plantación forestal. Estas iniciativas también cuentan con el apoyo de organizaciones de defensa y gestión (ODG) o cooperativas a nivel regional.

AC: El impacto del carbono está presente en las reflexiones de los viticultores. Allá botella de vidrio y el reciclaje son el primer tema. Le sigue el transporte logístico, sobre todo el de última milla. Se está produciendo una reflexión fundamental, pero durante un largo período de tiempo. Y tanto más cuanto que no existen expectativas reales de los consumidores sobre los vinos bajos en carbono.

¿Será el vino un producto muy natural o por el contrario tecnológico?

AC: Hay que distinguir la imagen del vino que queremos dar del propio proceso. Mientras no evolucione demasiado rápido la definición de vino, es decir, de producto resultante de la fermentación de la uva, seguiremos siendo un producto natural. Pero si los límites cambian pasando por cero alcohol o bebidas que ya no sean vino, podemos pasar a un producto tecnológico. De lo contrario, en mi opinión, es un error oponerse a los productos y tecnologías naturales.

CR: Habrá varios tipos de vinos, dirigidos a diferentes tipos de consumidores. Vinos de viticultores, con una fuerte identidad, un anclaje territorial y una consideración de la sostenibilidad convivirán con vinos correspondientes a nuevos tipos de productos, basados ​​en el vino o la uva.

(1) Nuevas técnicas genómicas/de mejoramiento – Nuevas técnicas de selección que permiten modificar el genoma de una especie

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