En pocos minutos, la temperatura de una de las 40 baterías de bicicletas eléctricas almacenadas en un palé en un hangar de 270 metros cuadrados sube a 800 grados. El cartón se incendia, las llamas suben rápidamente hasta el techo, las explosiones se suceden y proyectan brasas hacia otros palés almacenados a pocos metros de distancia.
Dieciséis minutos después del inicio del incendio, el aumento de temperatura activó el “aspersor”, el sistema de extinción automático instalado en el techo del hangar, que roció el hogar durante media hora hasta que bajó la temperatura.
Vigilado por múltiples sensores de temperatura y flujo de calor, este incendio, ocurrido el 12 de noviembre, no fue accidental: fue una prueba, realizada y supervisada por expertos del Centro Nacional de Prevención y Protección (CNPP), en un lugar especial. hangar equipado en su sede de Saint-Marcel (Eure).
Pruebas de este tipo, en condiciones que reconstituyen una configuración de almacenamiento común en un lugar de producción, el centro prevé realizar varias por encargo de la federación France Assureurs, que ahora considera un riesgo los incendios relacionados con las baterías de iones de litio. “emergente”.
Lea el artículo: Artículo reservado para nuestros suscriptores. “Las aseguradoras parecen haberse engañado durante mucho tiempo sobre su capacidad para adaptarse al riesgo del cambio climático”
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Esta campaña de prueba tiene como objetivo comprender mejor cómo se inician y pueden propagarse estos incendios, midiendo al mismo tiempo la eficacia de un sistema de rociadores. En definitiva, con la posibilidad de desarrollar soluciones estándar que limiten las pérdidas y, por supuesto, reduzcan el coste global de su compensación.
Fenómeno conocido como “fuga térmica”
Los precedentes en Francia son aún escasos, pero varios casos ya han marcado la profesión, como el espectacular incendio de un autobús eléctrico parisino en plena calle, en abril de 2022, la destrucción por el fuego de 900 toneladas de baterías en un edificio de una empresa de recogida y reciclaje en Aveyron, en febrero, o la explosión de la batería de un scooter en un apartamento de Dunkerque (norte), en junio.
Pero las aseguradoras no se hacen ilusiones: el uso generalizado de baterías en hogares y empresas, ya sea en teléfonos móviles, ordenadores, scooters, bicicletas o coches, implica una amenaza de repetición de este tipo de incendios.
“La ecologización de la economía requiere la multiplicación de las bateríasresume Florence Lustman, presidenta de France Assureurs. Pero más baterías también significan más riesgos. Y aunque este riesgo es muy raro, cuando se materializa puede ser trágico. »
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