Un ataque nocturno ruso mató a siete personas, entre ellas un niño, en una región del noreste de Ucrania, escenario de un recrudecimiento de los atentados mortales, anunció el martes el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
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El ataque, realizado por un dron, tuvo como objetivo la región de Sumy, fronteriza con la de Kursk en Rusia, donde las fuerzas ucranianas ocupan parte del territorio tras una ofensiva en agosto.
“Esta noche, un dron atacó Hloukhiv y destruyó un dormitorio en uno de los establecimientos educativos. Por el momento sabemos que siete personas, entre ellas un niño, murieron trágicamente en este ataque”, dijo Zelensky, añadiendo que otras víctimas podrían quedar atrapadas bajo los escombros.
El presidente ucraniano publicó un vídeo en línea que muestra a los rescatistas buscando entre los escombros y sacando, al amanecer, a una de las personas muertas durante el ataque en una bolsa negra para cadáveres.
“Más de diez personas más resultaron heridas, incluidos dos niños, y es posible que todavía haya personas atrapadas bajo los escombros”, añadió Zelensky.
Este ataque se produce dos días después de que un ataque con misiles rusos matara a ocho personas, incluido un niño, en Sumy. Los bombardeos rusos han arrasado barrios enteros cerca de la línea del frente y diezmado instalaciones energéticas en toda Ucrania.
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