El ex entrenador de Justine Henin y Amélie Bertrand, que también trabajó para el cuatro veces ganador de Roland-Garros, preparó con calma la llegada de la estrella de la bolita amarilla: “Estábamos un poco acostumbrados a las personalidades o estándares que aparecen en los grandes torneos: prestar atención al nivel de seguridad y al nivel del público. Ya habíamos organizado partidos de la Copa de Europa de baloncesto. Teníamos experiencia, pero todavía quedaba algo fuera de tiempo. Cuando llegaron los españoles, fueron realmente encantadores”.
Y a pesar de un contratiempo provocado por la locutora de radio María Del Río a principios de semana, los ibéricos y Rafael Nadal se mantuvieron muy disponibles. “El día antes de la rueda de prensa, mientras Rafael Nadal dormía, lo despertó en su habitación del hotel la anfitriona que hizo creer a la recepción del hotel, por teléfono, que era la madre del mallorquín. Fue problemático, pero No somos responsables. Dicho esto, si no hacemos esta llamada telefónica a Nadal y realmente es su madre… Aún no habíamos puesto un pie en eso, se presentó un estrés adicional. En rueda de prensa, María Del Río acudió con un paquete de bombones para disculparse. Rafa aprovechó la excusa y el regalo, pero le explicó al anfitrión las necesidades que tienen los deportistas de alto nivel en cuanto a sueño se refiere. enviando un mensaje.”
La disponibilidad y amabilidad del personal El belga también complació al hombre con 22 títulos de Grand Slam, como explica Amélie Bertrand. Estos últimos pueden dar fe de ello con algunas anécdotas.
gaviotaAmélie todavía conserva una foto de la ropa interior de Nadal.
“A principios de semana vino a verme el delegado de la selección española a la oficina de la organización. Me explicó que un jugador tenía ropa sucia que le gustaría que la lavaran rápido, pero que no era posible. No es posible. En el hotel en menos de 48 horas comprendí inmediatamente que estábamos hablando de la ropa de Nadal. Ingenuamente me dije que teníamos una lavadora para los jugadores del Charleroi en la habitación y que yo podía cuidarla. Así que aquí está lavar la ropa de Nadal: fue divertido”.
Un recuerdo que Benoît Cuisinier no ha olvidado: “Además, Amélie todavía tiene una foto de la ropa interior de Nadal.”
La víspera de los primeros encuentros, hubo un partido de fútbol que permitió al organizador vivir una nueva experiencia con el español: “Hubo un encuentro del Real Madrid, club del que Nadal es seguidor. El capitán nos preguntó si habría alguna manera de ver el partido en el Spiroudome, porque iban a llegar demasiado tarde al hotel para ver la salida. Tuvimos que cerrar la sala, pero instalamos a toda la delegación española en un palco y vieron el partido. Me quedé en mi oficina y en un momento vino a verme el delegado para preguntarme qué estaba haciendo. Le dije que estaba trabajando. Me dijo que viniera a ver la reunión con ellos. Le dije que no y luego insistió. Entonces subí al vestuario, donde había buen ambiente. Me encontré en el sofá viendo el partido con Nadal y los demás jugadores. No vi nada de esta reunión, principalmente los estaba mirando”.
Antes de tener que reaccionar ante un nuevo evento: “Después de que se van, voy a cerrar el vestuario y veo un teléfono móvil en el sofá, donde estaba instalado Nadal. Lo había olvidado. Llamo a Benoît para explicarle y me dice que se lo lleve. Primero quise llamar al hotel, pero no me iban a creer después de la historia con María Del Río. Entonces fui al hotel, donde me encontré con el delegado del equipo que me agradeció”.
gaviotaAutógrafos, fotografías, nunca miró el reloj.
La llegada del Rey de la arcilla a Hainaut generó numerosas peticiones por parte de aficionados, patrocinadores y medios de comunicación. Y ahí de nuevo, Rafael Nadal se prestó al juego, con una sonrisa.
“Una tarde entre semana organizamos una reunión con nuestros recogepelotas y algunos niñosrecuerda Benoît Cuisinier. Normalmente, es cronometrado. Era una hora en el horario. Al ver que el tiempo avanzaba, estábamos acelerando las cosas para que todos los niños pudieran beneficiarse de ellas. Rafa nunca miró su reloj y nos pasamos de la hora prevista. Lo hizo con una gran sonrisa. Son los pequeños detalles los que muestran el carácter de una persona, la clase de un gran campeón”.
Con un nuevo ejemplo: “Durante la comida de gala del jueves invitamos a los socios. Todos querían su fotito con Nadal. El mallorquín había pedido silencio mientras comía, pero aceptó darnos quince minutos después para firmar autógrafos, etc. Todo se hizo con tal respeto mutuo que se quedó más tiempo del cuarto de hora acordado. Durante toda la semana, Nadal estuvo elegante. Cuando entraba en la habitación, saludaba a todos”.
A pesar de la calificación adquirida, sigue jugando… para el público
Deportivamente, España lideraba 0-2 desde el viernes, incluida una victoria de Rafa sobre Rubén Bemelmans. “El español Se tomó el tiempo para firmar autógrafos para todos los presentes en la cancha. Duró para siempre. Normalmente, los jugadores firman autógrafos a los aficionados detrás de sus asientos. Allí realmente hizo todo”.
Y el sábado por la noche ya se había dicho la misa para Bélgica, que perdía 0-3 tras el doblete. “Habiendo clasificado su país, no se esperaba que Nadal jugara el domingo. Toni, su tío, viene a verme y me pregunta si habrá gente el domingo. Yo digo que la sala estará llena. ¿Estarán ahí para la selección belga?, añade. Respondo que no, compraron su lugar para ver a su sobrino. Me dijo que esperara un cuarto de hora. Fue a ver a Rafa y al capitán de nuestra selección. Luego volvió para decirme que podía anunciar que Rafa jugaría el domingo. Cuando ves el programa de un jugador así, el número de partidos que juega durante una temporada, los kilómetros que recorre. Viene a Bélgica, gana su partido, su país está clasificado, no tiene nada que ganar jugando el domingo y el chico, por respeto al público, decide jugar. Cuando lo único que corre es salir lastimado. Es en estos momentos que vemos los verdaderos colores de las personas”.
Antes de emprender la gira americana, el Toro de Manacor ofreció un pequeño obsequio a los organizadores: “Recibimos dos camisetas autografiadas.concluye el ex agente de Justine Henin. No pedimos nada, pero fue un regalo para agradecernos la acogida”.
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