Las inundaciones del 17 de octubre, en la aldea de Fabriques de Saint-Paul en Jarez, arrasaron gran parte de las orillas. A pesar del reconocimiento del estado de desastre natural, algunos residentes luchan con sus seguros para obtener una indemnización.
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Para acceder a su casa, en la aldea de Fabriques en Saint-Paul-en-Jarez, Damien Schellekens debe ahora trepar por muros bajos. El 17 de octubre, una parte de las orillas del Dorlay fue arrasada por la inundación.
Consecuencia: los bancos se vuelven intransitables para los vehículos. Damián ya no puede sacar su coche y su gran equipo, ni utilizar la carretera que conecta su casa y su negocio.
Y es evidente que este camino no va a recuperarse: Damien Schellekens lucha por obtener una compensación de su seguro y no tiene una solución inmediata.
“Los seguros nos están bloqueando por completo. Necesito obtener cotizaciones. Para hacer el presupuesto debo tener fondos liberados porque antes hay que hacer un estudio, porque la empresa no quiere hacer una cotización si no tenemos un estudio. Y un estudio es… 30 000 € así que esperamos“.
Contrató a un tasador de seguros para “hacer que las cosas sucedan“. Porque teme perder su casa si la situación se deteriora aún más.
El alcalde de la localidad también está en contacto con las aseguradoras… sin respuesta. Efectivamente, el estado de catástrofe natural ha sido decretado en el municipio, pero no se aplica a esta situación, precisa el concejal: “Si hubiera sido de dominio público no habría supuesto ningún problema: es la comunidad la que paga. Excepto que aquí son personas privadas. Es difícil para nosotros reemplazar al sector privado. En lo que respecta a los seguros, me parece una situación diabólica. Ellos pasan la pelota“, lamenta Kamel Bouchou, el alcalde del pueblo.
Después de casi un mes de espera, nadie sabe cuándo podrá volver la vida a la normalidad. Se plantea la cuestión del mantenimiento de los bancos y las causas de los daños, pero por el momento queda sin respuesta.
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