Italia se prepara para afrontar una repentina ola de frío intenso, un anticipo del invierno que traerá un cambio climático drástico.
Las previsiones indican la aproximación de un frente glaciar procedente de las regiones árticas del norte de Europa, que determinará una fase de mal tiempo caracterizada por lluvias intensas, vientos tormentosos e incluso nevadas a baja altura, fenómenos bastante inusuales para mediados de noviembre. A partir del lunes 18 de noviembre se observarán los primeros signos de este deterioro meteorológico, con precipitaciones que afectarán principalmente a los sectores del Tirreno.
Toscana, Lacio, Campania y Calabria serán las regiones más afectadas, con riesgo de tormentas violentas, especialmente en las zonas costeras y del interior.
Sin embargo, es entre el miércoles 20 y el jueves 21 de noviembre cuando la entrada decidida de un frente ártico provocará un deterioro general del marco meteorológico, abriendo el camino a una fase de frío intenso y mal tiempo generalizado en toda la península.
Anticiclón retrocediendo
La configuración sinóptica actual muestra el progresivo debilitamiento del anticiclón de las Azores, que permitirá que el frío ártico penetre sin obstáculos en el Mediterráneo.
Este escenario favorecerá la formación de un ciclón profundo en el mar Tirreno, que activará intensas corrientes australes.
El contraste entre el aire frío de origen ártico y las masas de aire más cálidas y húmedas procedentes del sur creará las condiciones ideales para tormentas violentas, con aguaceros que podrían ser especialmente intensos en las regiones del centro-norte. Las primeras afectadas serán las regiones del norte, con Piamonte, Lombardía, Liguria y Véneto, que podrían sufrir nevadas a muy baja altitud o incluso en las llanuras.
Se trata de un acontecimiento excepcional, ya que las primeras nevadas del otoño generalmente sólo se producen en altitudes montañosas superiores a los 1.000 metros. Esta vez, sin embargo, el intenso frío hará que los copos de nieve bajen hasta los 300-400 metros, con posibles acumulaciones en las zonas del piamonte nororiental.
Mal tiempo intenso también en otros lugares
El deterioro de las condiciones climáticas tampoco perdonará al centro de Italia. A partir del 21 de noviembre, Toscana, Umbría y Las Marcas se verán afectadas por una intensa fase de lluvias, que podrían adoptar carácter de diluvio, especialmente a lo largo de la costa y en zonas de los Apeninos.
Fuertes vientos siroco soplarán a lo largo del Adriático, con ráfagas que posiblemente superarán los 70-80 km/h, provocando tormentas en las costas expuestas. En el sur, el mal tiempo llegará con algunas horas de retraso, pero cuando el frente frío llegue a Campania, Apulia, Basílica y Calabria hacia el 22 de noviembre, se espera una intensificación de las precipitaciones, acompañada de violentos vientos de mistral. Este escenario meteorológico provocará un descenso importante de las temperaturas, con valores muy por debajo de la media estacional, alcanzando los 5-7°C incluso en las costas del sur.
Nieve generalizada en los Apeninos y los Alpes
Las últimas previsiones confirman que la perturbación traerá nieve no sólo a los Alpes, sino también a los Apeninos centrales.
Aquí, la altura de la nieve podría descender hasta los 600-700 metros, afectando a zonas como Abruzzo y Molise, donde se espera que se acumulen varios centímetros de nieve fresca.
En los Alpes, en cambio, las nevadas serán mayores, con acumulaciones capaces de superar los 50 cm por encima de los 1.200 metros, creando las condiciones ideales para el pronto inicio de la temporada de esquí.
Vientos tormentosos y tormentas: riesgo para la navegación
Además del frío y la lluvia, el tiempo se caracterizará por fuertes vientos, que soplarán con intensidad de tormenta sobre gran parte del mar Mediterráneo.
Las rachas más violentas se esperan a lo largo de las costas de Cerdeña y Sicilia, donde el mistral podría alcanzar picos de 90-100 km/h, provocando olas de 4-5 metros de altura.
Se espera un aumento de los disturbios marítimos también a lo largo de las costas del Tirreno, donde el siroco elevará el nivel del mar, generando condiciones difíciles para la navegación. Las conexiones marítimas entre las islas grandes y el continente podrían sufrir retrasos o cancelaciones, en particular los ferries que conectan Sicilia con Calabria y Cerdeña con Toscana. La situación es monitoreada constantemente, pero se recomienda a los navegantes y barcos pesqueros que tengan precaución.
Desarrollo incierto: ¿qué podemos esperar a largo plazo?
El período posterior a la llegada de esta perturbación se caracterizará por una gran variabilidad.
Algunos modelos meteorológicos señalan la posibilidad de una nueva irrupción de aire frío hacia finales de noviembre, que podría prolongar la fase de mal tiempo hasta los primeros días de diciembre.
Sin embargo, la trayectoria exacta de esta segunda ola aún es incierta y será necesario esperar a nuevas actualizaciones en los próximos días para definir con mayor precisión la evolución meteorológica. Mientras tanto, la invitación dirigida a la población es a estar atentos a los avisos meteorológicos y seguir las indicaciones brindadas por las autoridades competentes, especialmente en lo que respecta al tráfico rodado en zonas montañosas, donde las nevadas podrían causar considerables molestias.
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