El estado de Uttar Pradesh, en el norte de la India, está afligido por una tragedia. Diez recién nacidos murieron en un incendio en la unidad neonatal de un hospital de Jhansi, anunciaron el sábado las autoridades locales.
El incendio se produjo alrededor de las 22:30 horas del viernes en el Hospital Universitario Maharani Lakshmibai, a unos 450 kilómetros al sur de la capital, Nueva Delhi.
Los otros 39 bebés del departamento se salvaron
Imágenes de vídeo difundidas por televisiones mostraban camas y paredes carbonizadas dentro de la sala, y multitudes de familias angustiadas esperando fuera de las instalaciones. El personal de enfermería colocó vías intravenosas a los bebés rescatados, todos de sólo unos días de edad, que yacían uno al lado del otro en otra cama de hospital.
“Desafortunadamente, diez niños murieron a pesar de todos nuestros esfuerzos”, dijo el Dr. Narendra Sengar, director de una facultad de medicina adscrita al hospital. Según él, los otros 39 bebés que se encuentran en la sala se salvaron y se encuentran en buen estado de salud, contrariamente a los informes de los medios de comunicación de que 16 de ellos resultaron gravemente heridos.
Los médicos y el personal de servicio acudieron en ayuda de los bebés “sin preocuparse por sus propias vidas”, continuó Narendra Sengar. “Gracias a ellos pudimos salvar a 39 bebés. Son verdaderos héroes”, añadió.
El rastro de un cortocircuito
Según el comisario de policía, Gyanendra Kumar Singh, el incendio probablemente se inició en una máquina utilizada para enriquecer el nivel de oxígeno en la atmósfera. Según informes de los medios que citan a funcionarios locales, la alta concentración de gas combustible permitió que el fuego se propagara rápida y repentinamente. Un funcionario del distrito, Avinash Kumar, dijo que el incendio fue causado por un cortocircuito eléctrico en la unidad.
El número dos del estado, Brajesh Pathak, por su parte, indicó que en febrero se había llevado a cabo una auditoría de seguridad del hospital, seguida de un simulacro de incendio tres meses después.
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Estas muertes son “desgarradoras”, dijo el primer ministro indio, Narendra Modi, en X. “Mi más sentido pésame a quienes perdieron a sus hijos inocentes en este asunto. Pido a Dios que les dé la fuerza para soportar esta inmensa pérdida”, añadió.
El primer ministro de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, anunció que las familias afectadas recibirán una indemnización de 500.000 rupias (5.620 euros) y que todos los funcionarios del distrito habían “recibido órdenes de estar en estado de alerta de guerra para llevar a cabo operaciones de socorro y rescate”.
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