Nada más regresar a la Casa Blanca, todo hace pensar que Donald Trump volverá a dejar su huella en la decoración para que sea más de su agrado, como el esplendor de sus otras residencias, que se están desmoronando bajo el dorado… Según lo documentado por el Tiempo En mayo de 2017, los gustos del presidente son, cuanto menos, ostentosos. Tras deshacerse del arte moderno instalado por su predecesor, Barack Obama, amante del estilo limpio, Donald Trump los sustituyó por pinturas al óleo clásicas, al tiempo que instaló cortinas doradas en el Despacho Oval y una enorme lámpara de araña de cristal en su comedor -pagada por con su propio dinero, como confirmó con orgullo a nuestros colegas.
Todavía según Tiempoel cambio que más alegró al presidente fue un enorme televisor de pantalla plana de más de 150 centímetros, instalado encima de la chimenea, frente a la cual pasaba la mayor parte del tiempo, según informó la prensa norteamericana… A. ambiente reluciente, ostentoso y ajetreado, rayano en el kitsch, que el nuevo presidente no oculta que aprecia. A su llegada a la Casa Blanca, Joe Biden había revisado completamente la decoración, pero de una manera mucho más simbólica: de hecho, el presidente demócrata había elegido celebrar los suyos, los derechos humanos y la diversidad, destacando en el centro de atención sus fotos familiares. , así como figuras como el sindicalista César Chávez, la activista Rosa Parks y el reverendo Martin Luther King Jr.
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Donald Trump y Melania Trump: la decoración, un tema recurrente de discordia
Si Melania Trump cumple habitualmente los deseos de su marido, el presidente, lo cierto es que sus gustos en decoración son completamente diferentes. Si hubiera posado felizmente con su hijo Barrón para las fotos en las que descubrimos a la pequeña familia en una habitación que parece hecha enteramente de oro, o con un cochecito dorado en la mano, la Primera Dama prefiere la “líneas simples y modernas”según el New York Times. Sin embargo, su marido no duda en cambiar la decoración en cuanto ella gira sobre sus talones, Melania Trump ha acabado decidida a amoldarse a los gustos de su marido, le guste o no. Y esta última no tardó en salir en su defensa cuando la Primera Dama desató la polémica con sus adornos navideños…
Artículo escrito con la colaboración de 6Medias
Créditos de las fotografías: Zuma Press/Bestimage
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