Se espera que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles establezcan un nuevo récord en 2024, alcanzando los 37.400 millones de toneladas, un aumento del 0,8% con respecto a 2023. Estas cifras, extraídas del último informe del proyecto Global Carbon Budget, ilustran una persistente tendencia alcista a pesar de la creciente adopción de energías renovables.
Según los expertos reunidos en la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), esta progresión refleja el continuo aumento del consumo de gas natural y petróleo, mientras que las emisiones vinculadas al carbón están experimentando un crecimiento más marginal. El informe también destaca que el aumento de las emisiones está retrasando aún más la consecución de un posible pico global, objetivo considerado crucial para limitar el calentamiento global.
Crecimiento impulsado por el gas y el petróleo
Se espera que las emisiones de gas natural aumenten un 2,4% en 2024 y ahora representen el 21% de las emisiones fósiles mundiales. Le sigue de cerca el petróleo, con un aumento del 0,9%, mientras que el carbón, a pesar de un aumento más modesto del 0,2%, sigue siendo la principal fuente, contribuyendo con el 41% de las emisiones totales.
Mientras tanto, se espera que los sectores de la aviación y el transporte marítimo internacionales experimenten un notable aumento del 7,8% en las emisiones en 2024, aunque se mantienen por debajo de los niveles prepandémicos.
Estancamiento de las emisiones globales totales
Cuando se incluyen los cambios en el uso de la tierra, las emisiones globales totales de CO2 parecen haberse estabilizado en alrededor de 41.600 millones de toneladas durante la última década. Sin embargo, este estancamiento no representa una reducción significativa necesaria para limitar el calentamiento global a 1,5°C.
El informe destaca el contraste entre los compromisos asumidos en conferencias anteriores, en particular en la COP28 en Dubai, y la realidad de las políticas actuales. Aunque los avances en energías renovables son evidentes, no son suficientes para revertir la tendencia de las emisiones fósiles.
Opiniones contradictorias sobre las emisiones máximas
Las proyecciones del Presupuesto Global de Carbono difieren de las previsiones optimistas de algunas empresas y analistas. La consultora DNV, por ejemplo, estima que las emisiones globales alcanzarán su punto máximo en 2024 gracias al crecimiento acelerado de cinco tecnologías clave: energía solar fotovoltaica, eólica, nuclear, bombas de calor y vehículos eléctricos.
De manera similar, S&P Global Commodity Insights proyecta un pico potencial en las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) para mediados de la década de 2020. Su escenario base proyecta una disminución gradual de las emisiones globales de 50 mil millones de toneladas en 2025 a alrededor de 30 mil millones de toneladas para 2050. Sin embargo, Estos pronósticos están condicionados por obstáculos políticos y técnicos, que limitan la capacidad de las naciones para cumplir sus objetivos climáticos.
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