La compañía eléctrica de Macedonia del Norte, ESM (Elektrani na Severna Makedonija), y SOCAR (Compañía Petrolera Estatal de la República de Azerbaiyán) firmaron recientemente un memorando de entendimiento (MoU) para colaborar en el campo de la energía. Este acuerdo llega en un contexto marcado por una creciente preocupación por la seguridad energética y la transición hacia soluciones más sostenibles.
Macedonia del Norte depende en gran medida de las importaciones de energía, incluido el gas natural de Rusia y países vecinos como Grecia. Esta dependencia expone al país a fluctuaciones geopolíticas y económicas, creando una importante vulnerabilidad energética. El objetivo de esta cooperación es reducir estos riesgos diversificando las fuentes de suministro.
Las ambiciones de SOCAR y el papel del Corredor Sur de Gas
SOCAR, un actor clave en el sector energético mundial, explota recursos estratégicos de gas en el Mar Caspio. Su red de exportación, en particular a través del Gasoducto Transanatolio (TANAP) y el Gasoducto Transadriático (TAP), permite una conexión directa con los mercados europeos. Al colaborar con SOCAR, Macedonia del Norte espera acceder a volúmenes estables de gas natural y al mismo tiempo estabilizar los precios.
Este enfoque es parte de una estrategia más amplia de la Unión Europea para reducir la dependencia del gas ruso. Para Macedonia del Norte, la integración al Corredor Energético del Sur de Europa representa una oportunidad estratégica para mejorar su resiliencia energética.
Invertir en cogeneración para aumentar la eficiencia
En el marco de esta cooperación, Macedonia del Norte prevé una inversión de mil millones de euros en un sistema de cogeneración de gas. Esta tecnología permitirá producir electricidad y calor simultáneamente, optimizando así el uso de recursos fósiles y reduciendo las pérdidas energéticas.
La cogeneración podría satisfacer las necesidades de calefacción doméstica e industrial, que son particularmente estacionales en el país. También contribuiría a la reducción de las emisiones de CO2, al tiempo que mejoraría la eficiencia energética general.
Implicaciones geopolíticas y económicas
Este acuerdo tiene una importante dimensión geopolítica. Al acercarse a socios como SOCAR, Macedonia del Norte está fortaleciendo su posición en la escena energética regional. Esta asociación también podría inspirar otras iniciativas en los Balcanes, donde países como Serbia también están tratando de diversificar sus fuentes de suministro de energía.
Económicamente, la previsibilidad del suministro de gas reducirá los costos de energía para las industrias locales, apoyando así la competitividad empresarial. Sin embargo, a largo plazo, la integración de las energías renovables seguirá siendo esencial para cumplir los compromisos climáticos del país.
Una transición energética aún en construcción
A pesar de los beneficios a corto plazo de esta asociación, persiste la dependencia del gas natural. Macedonia del Norte deberá intensificar sus esfuerzos para integrar más fuentes renovables en su combinación energética, en línea con sus compromisos en el Acuerdo de París y los objetivos del Pacto Verde Europeo. La diversificación energética, aunque esencial, deberá equilibrarse con inversiones sostenibles para garantizar una transición energética eficaz.
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