A principios de noviembre, el estadio municipal sufrió una transformación completa, lo que marcó el inicio de grandes obras de renovación. El proyecto se centra principalmente en la sustitución del césped natural por césped artificial. Antes de dar este importante paso, es necesario realizar un trabajo preparatorio. La primera fase consistió en el desmontaje de la barandilla que rodeaba el campo. Para esta operación, los agentes técnicos del ayuntamiento de Baraqueville pudieron contar con el refuerzo de los de Moyrazès.
La estructura de la barandilla no se perderá: se reutilizará en el campo de fútbol del Armeniès, dando así una segunda vida al equipamiento. Luego, se llevará a cabo una importante obra pública, con la retirada del césped actual y el desvío de la tubería de la red de aguas pluviales que pasa por debajo del terreno. Esta tubería, suministrada desde las alturas de Baraqueville, tuvo que ser desplazada para evitar futuros trabajos bajo el césped sintético, que habrían dañado esta nueva instalación.
El coste de este proyecto, estimado en cerca de 900.000 euros, prevé el regreso de los jugadores al estadio a finales de la primavera de 2025.
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