Si el petróleo es un “regalo de Dios”, como insistió el presidente azerbaiyano en la inauguración de la COP29, los países arruinados por la creación no deben abusar de su consumo, respondió el miércoles el ministro brasileño de Medio Ambiente.
Marina Silva, presente en la conferencia de la ONU sobre el clima en Bakú, reaccionó a la estruendosa declaración de Ilham Aliev la víspera, antes de que los jefes de Estado se reunieran para la cumbre anual que debería resolver la crisis climática, provocada por la glotonería de la humanidad por los combustibles fósiles.
Todos los recursos naturales, incluidos el petróleo y el gas, son “un regalo de Dios” y “no se debe culpar a los países por tenerlos y suministrarlos a los mercados, porque los mercados los necesitan”, afirmó el martes el presidente autoritario de Azerbaiyán, país anfitrión y presidente de la conferencia.
“Dios nos da regalos, pero siempre nos pide que tengamos mucho cuidado”, respondió el miércoles en rueda de prensa la ministra brasileña Marina Silva, con ejemplos que lo respaldan:
“Si comemos demasiada azúcar, definitivamente nos volveremos diabéticos”
Brasil es el mayor productor de petróleo de América Latina y produce unos 3,5 millones de barriles por día, aproximadamente seis veces más que Azerbaiyán. Y no renuncia a explotar sus recursos, aunque lo considere compatible con sus objetivos climáticos. Brasil, anfitrión de la COP30 en 2025, presentó este miércoles a la ONU su nueva hoja de ruta climática, un documento oficial que todos los países miembros del Acuerdo de París deben presentar antes de febrero.
Para 2035, el gigante sudamericano prevé reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 59 y un 67% respecto a 2005. Marina Silva defendió su punto de vista:
“Estamos ayudando a dar ejemplo y, al hacerlo, animamos a otros países a fijar objetivos igualmente ambiciosos. Somos un país en desarrollo”.
El tercer día de la COP29, que debía finalizar el 22 de noviembre, vio finalizar el miércoles la sesión dedicada a los Jefes de Estado y de Gobierno, de los cuales menos de un centenar realizaron el viaje. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no asistió tras una reciente caída en su casa.
Redacción de la AFP
Crédito de imagen : Shutterstock/Jory Mundy
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