En octubre, los petroleros de crudo vinculados al G7 representaron el 24,8% de las exportaciones marítimas rusas, un fuerte aumento desde el mínimo de septiembre del 16,2%. Este repunte se produce cuando los precios del crudo de los Urales, la principal categoría de exportación rusa, coquetean regularmente con el techo de 60 dólares por barril impuesto por los aliados occidentales.
La medida, adoptada en diciembre de 2022, tiene como objetivo limitar los ingresos petroleros de Rusia manteniendo al mismo tiempo un flujo de suministro general. Estas restricciones prohíben a las compañías navieras y aseguradoras occidentales participar en el transporte de crudo vendido más allá de este umbral. Sin embargo, el debilitamiento de los precios del crudo, combinado con transacciones legales por debajo del límite máximo, parecen haber creado oportunidades para los operadores occidentales, particularmente en Grecia, el principal país de Europa en propiedad de buques.
Un mercado cambiante
Según S&P Global Commodities at Sea, el volumen cargado por petroleros griegos aumentó de 8,7 millones de barriles en septiembre a 9,4 millones en octubre. Aunque todavía está lejos de los máximos alcanzados a principios de año, el aumento muestra que algunas empresas que operan bajo seguros occidentales están encontrando salidas legales en el comercio ruso.
Al mismo tiempo, los operadores no pertenecientes al G7, en particular chinos, turcos y los Emiratos Árabes Unidos, también están desempeñando un papel cada vez mayor. Los operadores chinos, por ejemplo, aumentaron significativamente sus cargamentos, de 9,8 millones a 15,8 millones de barriles en octubre, en gran parte para abastecer la refinería petroquímica Yulong, de 400.000 barriles por día, en China.
Desafíos del mercado petrolero
Las recientes decisiones de la OPEP+, en particular la extensión de los recortes voluntarios de producción hasta finales de año, complican aún más la situación de los mercados del transporte. Las tarifas de fletamento de Aframax en el Mar Negro y el Mediterráneo oscilan entre 37.500 y 39.000 dólares por día, una cifra históricamente alta pero cercana a los mínimos de este año.
Esta presión también está aumentando con el surgimiento de una “flota fantasma” que opera al margen de las regulaciones occidentales. Estos barcos envejecidos, a menudo con un mantenimiento insuficiente, presentan importantes riesgos medioambientales, especialmente en zonas de paso estratégicas como el estrecho danés o el Canal de la Mancha.
Medidas y regulación en discusión
Los gobiernos del G7 y sus aliados continúan advirtiendo sobre los riesgos que plantean estos barcos en la sombra. Instan a la industria a fortalecer los controles sobre los seguros marítimos y evitar que las entidades sancionadas continúen con sus operaciones. El Instituto KSE de la Escuela de Economía de Kiev destacó recientemente que estos barcos envejecidos representan una amenaza para los ecosistemas europeos y pidió una revisión de los requisitos de seguros contra derrames de petróleo.
Según el instituto, con alrededor de tres barcos de este tipo cruzando diariamente aguas europeas, los incidentes medioambientales ya no son una cuestión de “si” sino de “cuándo”.
Related News :