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Una veintena de empleados de Cités Caritas La Madeleine se manifestaron en Toulouse para exigir la bonificación Ségur Lafourcade, denunciando la desigualdad de trato entre los polos de la asociación.
El miércoles por la mañana, en Toulouse, cerca del Grand Rond, una veintena de empleados de Cités Caritas La Madeleine se movilizaron ante la dirección administrativa de la asociación para exigir la concesión del bono Ségur Lafourcade. Aunque el Estado ha validado esta bonificación para apoyar a los trabajadores sociales, algunos centros de la asociación aún no se benefician de ella.
Trabajadores en contacto con gran precariedad
Todos los empleados de Cités Caritas La Madeleine reciben esta bonificación de 180 euros netos mensuales a tiempo completo, excepto los de primera infancia, manutención y parte del departamento administrativo. Alice, educadora de niños pequeños, subraya que los excluidos del bono también trabajan con grupos muy precarios: “Nos lo merecemos, apoyamos a los niños y a los padres para fortalecer los vínculos familiares, en particular entre los inmigrantes con antecedentes sórdidos o entre las mujeres que han ido a través de la prostitución.”
La dirección quiere ser tranquilizadora
Laëtitia, otra empleada, denuncia la congelación de los salarios: “Ganamos 1.300 euros netos al final de nuestra carrera. Esta bonificación es sólo para vivir dignamente, no para irnos de vacaciones”. También preocupa la retroactividad del bono. “Tememos que el aplazamiento de la asignación nos prive de la retroactividad a partir del próximo enero”, explica Leïna, asistente de guardería.
La dirección de Cités Caritas La Madeleine indicó a la delegación de descontentos que la retroactividad del bono no se pone en duda. Sospechosos, los empleados pidieron garantías por escrito.
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