La capital ucraniana, Kiev, fue atacada al amanecer del miércoles por un ataque combinado con misiles y aviones no tripulados rusos, el primero en dos meses, en un momento en que los ucranianos están perdiendo terreno en el frente y temen perder el apoyo de Estados Unidos.
Esta escalada se produce el día en que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, prometió, en Bruselas, una respuesta “firme” a la implicación de Corea del Norte junto a Rusia en la guerra de Ucrania.
En este sentido, Washington corroboró las afirmaciones de Kiev de que las tropas norcoreanas están ahora “comprometidas en operaciones de combate” junto con soldados rusos en la región rusa de Kursk, una pequeña parte de la cual está ocupada por fuerzas ucranianas.
Rusia ha intensificado significativamente los ataques con aviones no tripulados en Kiev, llevándolos a cabo casi a diario desde principios de octubre, pero esta es la primera vez en más de dos meses que se disparan misiles contra la capital ucraniana al mismo tiempo.
“Las fuerzas armadas rusas lanzaron un ataque combinado con misiles y drones contra Kiev por primera vez en 73 días”, señaló la administración militar de esta ciudad, poblada por tres millones de habitantes antes de la guerra y que se encuentra a cientos de kilómetros del frente.
-Seis misiles y 90 drones –
Según esta fuente, Moscú utilizó misiles balísticos y de crucero, además de drones, para esta operación que “duró más de dos horas” pero que no causó víctimas mortales gracias a la acción de la defensa antiaérea ucraniana.
Un primer informe muestra a una persona herida por la caída de escombros de un proyectil disparado sobre Brovary, un suburbio de la capital.
Los drones también atacaron la ciudad sureña de Beryslav, matando a una mujer de 52 años, informaron las autoridades regionales.
En total, según la Fuerza Aérea, durante la noche del martes al miércoles seis misiles y 90 drones apuntaron a las regiones de Kiev, Poltava, Sumy, Cherkasy, Zaporizhia, Cherniguiv y Kirovograd. En el frente sólo se encuentra la región de Zaporizhia.
La misma fuente confirmó que dos misiles de crucero, dos misiles balísticos y 37 drones podrían haber sido destruidos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, reiteró que el ejército ruso sólo ataca “objetivos militares”, en respuesta a una pregunta sobre el aumento de las víctimas civiles en Ucrania.
La policía moldava, por su parte, anunció el martes que había encontrado un dron que, según dijeron, acompañaba a un dron tipo Shahed enviado por los rusos y se había estrellado en el este de Moldavia, cerca de su frontera con Ucrania. No hay riesgo para la población local, añadió.
– Ayuda estadounidense amenazada –
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, al comentar los ataques nocturnos contra su país, denunció una vez más el “terrorismo ruso” y elogió la respuesta “eficaz” de la defensa antiaérea.
Expresó su “gratitud” hacia sus aliados occidentales que suministran armas y municiones desde hace dos años y medio.
Pero esta asistencia parece estar amenazada, ya que los ucranianos y los europeos temen que Estados Unidos, con el regreso de Donald Trump, pueda cortar la ayuda a los ucranianos justo cuando enfrentan grandes dificultades en el campo de batalla.
En el este de Ucrania, el ejército ruso, a pesar de pérdidas importantes, conquistó cientos de kilómetros cuadrados en octubre y se acerca a ciudades táctica o estratégicamente importantes, en particular Pokrovsk.
Moscú reclamó el miércoles la conquista de Rivnopil, un pueblo de antes de la guerra de menos de 100 habitantes situado en el cruce de los frentes este y sur.
Además, las fuerzas rusas han recibido, según Occidente y Kiev, el refuerzo de más de 10.000 soldados norcoreanos, lo que el Kremlin no desmiente.
Comenzaron a combatir en la región de Kursk, parcialmente ocupada por soldados ucranianos desde agosto, tras una ofensiva que debía desviar a los militares rusos para defender su propio territorio pero que no tuvo los resultados esperados.
Ante esta situación, el presidente saliente Joe Biden busca acelerar la entrega de ayuda militar. Del paquete votado en primavera, quedan aproximadamente 9,2 mil millones de dólares por asignar, es decir, 7,1 mil millones que se retirarán de los arsenales de armas estadounidenses y 2,1 mil millones para financiar contratos de compra de armas, según el Pentágono.
Parece poco probable, sin embargo, que los estadounidenses levanten su veto al uso de misiles de largo alcance en territorio ruso, a pesar de las súplicas de Kiev.
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