El lunes, el ejército israelí dijo que había ampliado la “zona humanitaria” en el enclave.
Israel envió tanques al campo de Nusseirat en el centro de Gaza el lunes, mientras que los ataques israelíes en todo el territorio han dejado 11 muertos desde el domingo por la noche, dijeron los médicos.
Los residentes dijeron que los tanques israelíes abrieron fuego cuando entraron en el sector occidental del campamento, provocando pánico entre la población y las familias desplazadas.
El avance de los tanques fue una completa sorpresa, dijo a Reuters Zaik Mohammad, de 25 años, que vive a un kilómetro de la zona atacada. “N, pidiendo que se les permitiera salir, mientras que otros se apresuraron a huir con todo lo que podían llevar”, dijo a través de una aplicación de mensajería.
Las ya escasas posibilidades de un alto el fuego se redujeron aún más el sábado cuando Qatar, que actúa como mediador, dijo que suspendería sus esfuerzos hasta que Israel y Hamás demuestren una mayor voluntad de llegar a un acuerdo.
Siete personas asesinadas
Según los médicos, siete personas murieron durante la noche del domingo al lunes en Nusseirat durante dos ataques aéreos israelíes distintos, uno de los cuales alcanzó un grupo de tiendas de campaña.
En la ciudad de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, donde las fuerzas israelíes han estado operando desde el 5 de octubre, los médicos dijeron que cuatro personas murieron en un ataque aéreo israelí.
En el hospital Kamal Adouane, cerca de Beit Lahiya, los médicos dijeron que el fuego de los drones israelíes hirió a tres miembros del personal médico.
El ejército israelí dijo que mató a Mohammad Abu Skhail, un alto comandante de la Jihad Islámica, aliada de Hamás, en un ataque el sábado contra una antigua escuela en la ciudad de Gaza que se creía que servía como centro de mando. Este ataque dejó seis personas muertas, según los médicos.
El lunes, el ejército israelí dijo que había ampliado la “zona humanitaria” en el enclave. También dijo que permitiría la entrada de más tiendas de campaña, refugios, alimentos, agua y suministros médicos.
Sus fuerzas “seguirán trabajando para lograr los objetivos de guerra, incluida la neutralización de Hamás y el regreso de todos los rehenes”, dijo el ejército israelí.
Funcionarios palestinos y de las Naciones Unidas dicen que no hay áreas seguras en el enclave, que alberga a más de 2,1 millones de personas y ahora está en gran parte en ruinas. Israel no hizo comentarios sobre los ataques del lunes.
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