Este domingo por la tarde, Romelu Lukaku se reunió con un público que conoce bien, el de San Siro. Un regreso a un estadio donde brilló con el Inter, participando en la conquista de un título.
Pero el belga decidió entonces fichar por la Roma y su recibimiento en Milán no había sido el mejor que se podía imaginar. Y con el Nápoles, el Diablo Rojo volvió a recibir una bienvenida bastante especial. En cada toque de balón, el público nerazzurro se hacía oír.
“San Siro no lo ha olvidado”
“San Siro no lo ha olvidado: cuando la bola gravita a su alrededor, los decibelios alcanzan el límite tolerable. En noches como ésta, o nos emocionamos o nos deprimimos: gran romen su carrera casi siempre ha fallecido, y hoy no es una excepción a la regla”, escribe Tuttomercatoweb sobre la actuación del belga.
Invisible ante sus antiguos colores, fue sustituido en el minuto 77 de juego sin poder nunca pesar sobre la defensa contraria. El regreso de Acerbi a esta defensa obviamente no ayudó a que Lukaku realizara una buena actuación.
Encuentra colores con los demonios
Ahora es con la selección donde intentará encontrar el camino de regreso a la portería. El duelo contra Italia podría permitirle destacar, en particular, quien no juega con los Diablos Rojos desde la Eurocopa. Queda por ver si encontrará la chispa de la que hablaba, esa que ya no le anima y que casi le hizo parar tras el Mundial de Qatar.
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