Un punto conseguido en Niza no es un mal resultado. Pero el Lille se arrepentirá eternamente después de que los Aiglons empataran en el último segundo (2-2). Un empate que no conviene a nadie pero que permite a todos mantenerse en sus posiciones. El Lille se mantiene al pie del podio, a un pequeño punto del OM (3º), dos puntos por delante de sus perseguidores Niza y Lens.
Después de sus repetidas hazañas en la Liga de Campeones, los jugadores de Bruno Genesio esperaban subir al podio en caso de ganar en Niza. La oportunidad era demasiado buena después de la goleada del Marsella el viernes contra el Auxerre (1-3).
Este partido parecía muy igualado sobre el papel, entre dos equipos que llevaban varias semanas sin bromear. Lo era, pero como dos boxeadores que se pelean golpe tras golpe. Este choque de contendientes fue espectacular y nadie logró derribar a su oponente.
Desde el primer tiempo, los norteños empezaron el partido de la mejor forma posible. En su primera oportunidad abrieron el marcador gracias a Matías Fernández-Pardo. En su primera salida, el belga corre por su lado izquierdo antes de dirigirse hacia el área de Bulka, que desconcierta con un disparo de derecha al ángulo superior (0-1, 17).
Los compañeros de Benjamin André privan del balón a los Aiglons. Lógicamente regresan al vestuario con una ventaja bastante merecida y significativa.
Desde el inicio del segundo tiempo, los niçois finalmente se despiertan gracias a Sofiane Diop, que juega a los zorros de la superficie al marcar con un Madjer tras una salida ligeramente corta de Chevalier (1-1, 56). Este gol no molesta en absoluto a los jugadores del Losc. Sólo les bastan diez minutos para recuperar la ventaja.
Sigue siendo Fernández-Pardo quien está a cargo. Por su banda izquierda, el belga envía un centro atrás para André. Bulka es derrotado pero primero lo salva su poste. Luego, el balón vuelve a los pies de André, que hábilmente lo pasa hacia su izquierda a Bakker, que marca con autoridad (1-2, 66).
Este gol libera completamente al Lille, que está a punto de marcar el tercer gol gracias a un bonito disparo de Gudmundsson, que acababa de regresar. Su bonito disparo se estrelló en el poste y mantuvo vivos a los niçois (81º).
Además, Ali Abdi apenas necesitó igualar, pero su disparo rozó el larguero de Luc Chevalier (84º). Este partido será una auténtica locura hasta el final con el empate al final del tiempo añadido de Tom Louchet (90º + 6). Niza mantiene así su invencibilidad en casa.
La alegría de los nizales que regresan de la nada contrasta con la angustia de los lilleses, conscientes de haber estado muy cerca de la gran operación del día.
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