Luis Enrique, que llegará en el verano de 2023, tiene contrato hasta 2027 con el Paris Saint-Germain, pero su futuro podría verse comprometido.
Si bien parecía a la vista una prórroga, la situación podría complicarse para el técnico español, en parte por la derrota de la víspera en la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid (1-2). Según Djamel, las tensiones con la dirección también debilitarían su posición.
Una fuente de discordia en el mercado
Enrique, entusiasmado tras el mercado de fichajes de verano, habría criticado en privado la profundidad de su plantilla, lo que molestó mucho a los dirigentes parisinos. Según Djamel, “Desde el lado directivo estamos atentos a Luis Enrique y sus actuaciones. Él, que estaba muy satisfecho con el mercado de fichajes, de repente empieza a quejarse de su equipo en privado. Lo cual no pasa con los niveles más altos”.
El club parisino, que había ofrecido a Enrique una libertad poco común en la gestión de su plantilla, no agradeció este cambio de actitud. Aún según Djamel, “Las altas esferas consideran que, a diferencia de sus predecesores, él tenía derecho a un control total sobre la plantilla y la ventana de transferencias. Estas diversas fricciones debilitan potencialmente la posición de Luis Enrique, que acaba de renovar su contrato. El próximo encuentro contra el Bayern de Múnich en la Liga de Campeones el 26 de noviembre ya podría ser un acto de supervivencia para el técnico español en el club capitalino.
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