La policía detuvo a un motociclista que intentaba escapar de un control, con su hijo de 12 años como pasajero. Es un verdadero éxito para este hombre.
El jueves 26 de octubre, en Abrets-en-Dauphiné (Isère), un control rutinario de los gendarmes dio un giro inesperado cuando un motociclista intentó huir con su hijo de 12 años como pasajero. Este intento de fuga, que puso en peligro no sólo al conductor sino también al niño, atrajo rápidamente la atención de la policía, que logró interceptar al motociclista poco después.
Una serie de delitos graves
Los controles realizados por los gendarmes revelaron una serie de infracciones graves. El motociclista, que viajaba sin permiso de moto en vigor, ya había sido objeto de repetidas sanciones por conducir bajo los efectos de drogas y alcohol, lo que motivó la cancelación de su permiso de circulación.
La situación se volvió aún más preocupante cuando se constató que el niño de 12 años, que iba sentado como pasajero, no llevaba ningún equipo de seguridad adecuado. Este incumplimiento de las normas de seguridad era aún más alarmante teniendo en cuenta el estado mecánico de la motocicleta, cuyos neumáticos estaban desgastados hasta el punto de quedar resbaladizos, aumentando así el riesgo de derrape o accidente. La policía también constató que la matrícula del vehículo no había sido actualizada, añadiendo una infracción adicional al expediente.
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