Virginie Martin quiso rendir homenaje a la naturaleza pintando, a través de sus ojos y su imaginación, las luces, el agua, la niebla y las flores que tanto aprecia. Para sus nuevos lienzos utilizó pintura acrílica y trabajó los materiales utilizando yeso (imprimación que reduce la absorción de la pintura en el soporte), bicarbonato de sodio, posos de café y papel de aluminio sobre diferentes capas de pintura.
Virginie Martin se define como una pintora autodidacta. Desde que tiene uso de razón, siempre ha creado universos, a través del dibujo y la pintura, inspirándose en la naturaleza que amaba contemplar. “Tras una tragedia personal ocurrida en 1999, comencé a pintar para ocupar mis noches de insomnio y aferrarme a la vida”, explica, “luego el encierro en 2020 me hizo decidir hacer de mi pasión mi actividad principal. El artista descubrió la ciudad medieval en 2018 durante una peregrinación camino a Santiago de Compostela. Se refugió durante una tormenta en el café musical Le Puits de jour y, encantada por este lugar cultural, decidió dejar allí su mochila. Así pudo descubrir las obras de Jacques y Mireille Buchholtz, ceramista y pintora, ya fallecida. Subraya: “Tengo el privilegio y la alegría de vivir en una casa impregnada de sus energías y de estar rodeada de artistas, pintores, escultores, músicos, cantantes y poetas. Además, Lauzerte, con su historia, sus piedras antiguas, su luz y los colores de su paisaje me inspiran cada día más.”
Entrada gratuita durante el horario de apertura. Hasta el domingo 1 de diciembre. No te lo puedes perder.
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