Desde el inicio del conflicto entre las comunidades de Mbole y Lengola, las actividades comerciales se han paralizado, lo que ha provocado un aumento de los precios de los productos de primera necesidad. La población tiene dificultades para abastecerse y la escasez de estos productos, que provienen de la ciudad de Kisangani, centro de abastecimiento de los operadores económicos de la región, está aumentando.
Para el administrador del territorio de Ubundu, Yamulamba Kadita Verdote, “el territorio de Ubundu sigue sin salida al mar y el tráfico ya no se produce como en años anteriores. Un litro de gasolina cuesta actualmente 6.000 FC, en lugar de 4.000 o los 4.500 FC habituales, y este producto se ha vuelto raro que una taza de arroz se venda a 1.500 FC, un precio incluso superior al que se cobra. Kisangani. La vida se ha vuelto muy difícil para los hogares”.
Además de la degradación de la carretera Kisangani-Ubundu, el conflicto Mbole-Lengola ha provocado un desplazamiento masivo de profesores y enfermeras que huyen de los ataques, en particular aquellos que no son del territorio de Ubundu. Fueron obligados a reunirse con sus respectivas familias y abandonar sus puestos.
El administrador de Ubundu precisa: “La mayoría de las estructuras médicas en este territorio están cerradas debido a la ausencia de enfermeras. Los atacantes saquearon productos farmacéuticos y equipos esenciales para la atención de los pacientes. Un gran número de escuelas no funcionan porque los profesores han huido de las atrocidades desde el inicio de este conflicto entre comunidades, que comenzó en enero y continuó hasta agosto. Tememos epidemias, de lo contrario registraremos muertes.
En el frente de la seguridad, los bandidos están sembrando inseguridad en la carretera de Ubundu. En octubre, un ladrón de caminos fue detenido cuando intentaba robar grandes sumas de dinero a operadores económicos procedentes de Kisangani. Lo llevaron con su arma a la comisaría de policía del municipio de Lubunga. Actualmente, esta vía se encuentra prácticamente abandonada por los vehículos.
“Pedimos a las autoridades provinciales que rehabiliten la carretera Kisangani-Ubundu para abrir nuestro territorio y que instalen sub-CIAT policiales a lo largo de esta carretera para asegurar a los usuarios. Esto permitiría a la población abastecerse de productos sanitarios que se han convertido en productos de primera necesidad. extremadamente caro aquí en Ubundu, especialmente la sal, el azúcar y los productos manufacturados. Realmente contamos con el apoyo de nuestras autoridades. Esperamos con impaciencia que se celebre una mesa redonda para restaurar. la paz y promover la convivencia entre las dos comunidades en conflicto”, subrayó el administrador del territorio de Ubundu.
Debido al deterioro de la carretera Kisangani-Ubundu, esta ruta se ha vuelto intransitable. Los habitantes de este territorio se ven obligados a tomar la ruta fluvial, salpicada de cascadas y rápidos, con todos los riesgos de naufragios y pérdidas de vidas y bienes. Los operadores económicos de la vecina provincia de Maniema también tienen dificultades para conseguir suministros.
Según fuentes oficiales, la rehabilitación de la carretera Kisangani-Ubundu está prevista para los próximos días, aunque sin precisar calendario.
Gabriel Makabu en Kisangani
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