Esa noche, Romane pasó la noche con algunos amigos en el café Belga en Ixelles. Regresaba a casa en una scooter cuando un conductor, bajo los efectos del alcohol, la golpeó por detrás y la arrastró durante varias decenas de metros. La joven murió al día siguiente en el hospital. A mediados de septiembre, sus padres Rinaldo Pontello y Nathalie Motte decidieron pasar al frente con extraordinaria valentía haciendo pública su tragedia. Objetivo: concienciar al público en general sobre los peligros asociados a la conducción en estado de ebriedad. Y, también y sobre todo, abordar la laxitud belga en materia de sanciones contra los conductores de carreteras incorporando a la legislación el principio de “homicidio en carretera”, que sistematizaría la remisión penal de los autores de infracciones graves de tráfico.
“Bélgica es el país más laxo de Europa en este tema”lamenta Nathalie Motte. “En Francia, Italia y también en los países nórdicos, el homicidio en carretera está reconocido. En nuestro país, no”. Tras la muerte de su hija, Rinaldo Pontello y Nathalie Motte escribieron a numerosos parlamentarios. La diputada Vanessa Matz (Les Engagés) ha presentado un proyecto de ley destinado a reconocer como homicidios en carretera los accidentes mortales causados por conductores irresponsables. Por parte de Vias, entendemos perfectamente la petición de los padres de Romane. “Actualmente estamos analizando la base jurídica existente”comenta el portavoz de la institución Benoît Godart.
Los fiscales se preguntan si el conductor tenía intención de matar
Además de este proyecto de ley, los padres de Romane también presentaron una petición a la Cámara, a través de la plataforma del parlamento federal, hace 17 días. Están esperando una respuesta. También organizan una marcha blanca el próximo domingo 17 de noviembre –día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico– en Ixelles, en el mismo lugar donde su hija fue atropellada por el conductor, en la plaza del Recuerdo de Ixelles. Petición apoyada por Vias y HeroForZero. “Esta marcha tiene como objetivo sensibilizar al público en general, pero también rendir homenaje a todas las víctimas de los accidentes de tráfico”, continúa Nathalie Motte. Allí se esperan al menos 200 personas.
La invitación a esta marcha blanca resume perfectamente su lucha. “Imagínese por un momento… Su hijo, lleno de vida, atrapado bajo 1.500 kg de metal en movimiento. Esto es lo que vivimos aquella fatídica noche, y hoy ya no podemos permanecer en silencio. En Bélgica, cada día, miles de conductores se quedan atrás. la rueda bajo la influencia del alcohol o las drogas, poniendo en peligro vidas inocentes en medio de una indiferencia general. A pesar de las muchas vidas perdidas, incluida la de nuestra hija Romane, la legislación. La situación actual no castiga a la altura de la tragedia provocada por estos actos. Hoy las penas son cortas e inadecuadas para delitos que destruyen a familias enteras”.
“Queremos que se reconsidere la clasificación de los homicidios llamados “involuntarios” cuando se cometen bajo los efectos del alcohol o las drogas, en varios países europeos ya existe la noción de homicidio vial, reconociendo así la gravedad de estos actos por qué no. en Bélgica? Un informe del Instituto Vias revela que casi el 90% de las personas privadas del derecho a conducir reinciden y que uno de cada tres accidentes implica a un conductor reincidente. Nuestras carreteras no pueden cambiar. Ya no serán lugares de impunidad. Romane no puede haber muerto en vano”.
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