El 29 de octubre, una mujer de 49 años que yacía sangrando en la bañera de su casa fue descubierta en Ruffey-les-Echirey, a unos veinte minutos al norte de Dijon. “Gravemente herido en el cuello” y con “varias heridas en la garganta”, el hombre de 40 años murió pocas horas después en el hospital, según el fiscal de Dijon.
La nuera de la víctima, que vivía en la casa y se encontraba presente, pidió ayuda diciendo que había “descubierto” el cuerpo. La adolescente explicó que estaba durmiendo cuando escuchó ruidos en la casa, luego descubrió a su madrastra.
Pero el uso de teléfonos, vídeos de vigilancia cercanos y entrevistas con vecinos y familiares permitieron a los investigadores establecer la presencia del novio de la hijastra, también de 16 años, en el lugar de los hechos en el momento de las heridas.
Fue él quien supuestamente asestó los golpes mortales. El arma, una navaja de bolsillo, fue encontrada enterrada en un bosque, siguiendo sus instrucciones. El menor “no niega” los hechos pero dice estar “aturdido”, añadió el fiscal.
La nuera admitió bajo custodia policial “haber discutido el plan criminal con su novio y haber facilitado su fuga”. Pero este último había sido recuperado del lugar del crimen por su madre, que había ido a recogerlo.
Sin embargo, por el momento se desconoce el origen del crimen. Sin embargo, parece que quedan excluidos el robo o los intereses fraudulentos. Por otro lado, se conoció el “importante desacuerdo” entre la víctima y su nuera, debido “probablemente a una difícil convivencia”, según el fiscal.
El novio fue imputado por asesinato y la nuera por complicidad. Los dos menores fueron puestos en prisión preventiva, dijo el fiscal de Dijon, Olivier Caracotch.
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