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El 45% de los hogares de bajos ingresos prevé no calentarse este invierno

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Las consecuencias del aumento de los precios de la energía son cada vez más graves para los franceses, especialmente para aquellos con ingresos más bajos. Frente a esta inflación galopante, un reciente estudio de opinión revela tendencias alarmantes. PAGCasi la mitad de los franceses de bajos ingresos planean no calentarse este invierno. Otros están pensando en dejar de pagar sus facturas de energía, lo que plantea la amenaza de una crisis social y energética sin precedentes.

El Estado, los proveedores de energía y la Unión Europea en la mira

La energía se está convirtiendo hoy en el estándar de inflación para los franceses. A medida que los precios siguen aumentando, El 70% de los franceses considera que la energía es el gasto que más ha aumentado este añodetrás de las compras de alimentos. La cuestión de la responsabilidad de este aumento también es clara: las autoridades públicas, los proveedores de energía y la Unión Europea son considerados los principales culpables.

El Estado es claramente señalado por el 55% de los franceses.. Estos últimos consideran que bajar los precios de la energía no es una prioridad para el gobierno y que se espera una política más centrada en sus intereses económicos (88% de los encuestados). Los proveedores de energía no se quedan al margen, acusados ​​de no adaptar sus ofertas a las dificultades financieras de los hogares. El 53% de los franceses los critica por no reaccionar ante las apremiantes expectativas económicas de los consumidores..

Por último, la Unión Europea es citada por 40% de los franceseslas decisiones tomadas a nivel comunitario se consideran un obstáculo para la estabilización de los precios de la energía. Para los franceses encuestados, es sobre todo responsabilidad del Estado (60%) y de los proveedores (44%) frenar este aumento.

Este país se propone conquistar energía ilimitada, la explotación de un volcán podría cambiarlo todo

Una población en vilo, dispuesta a tomar medidas radicales

El estudio destaca una creciente sensación de impotencia e ira. El 71% de los franceses de bajos ingresos planean reducir drásticamente su consumo de energía y casi El 45% planea no calentarse este invierno. Esta situación es especialmente preocupante entre los franceses que ganan menos de 2.000 euros al mes, para quienes la pobreza energética se está convirtiendo en una realidad palpable.

Además, El 29% de los franceses con ingresos bajos planean dejar de pagar sus facturas de electricidad. Esta cifra pone de relieve un riesgo real de tensión social. Para algunos, el único resultado posible es mediante la movilización colectiva: El 25% cree que es necesario un movimiento de protesta invertir la tendencia y regular el coste de la energía. Este sentimiento lo comparten una parte importante de los mayores de 65 años (32%) y los hombres (31%).

Soluciones alternativas para salir del vicio

A pesar de estas sombrías perspectivas, Los franceses están explorando soluciones alternativas. para intentar liberarse del aumento de los precios de la energía. Entre las vías mencionadas, El 40% considera cambiar de proveedor como primer paso, mientras El 34% está considerando la autoproducción de energía.en particular mediante instalaciones solares.

La adopción de comportamientos más ecológicos también está en la agenda. El 58% de los franceses dice que quiere invertir en equipos que consuman menos energía.y El 70% pretende optimizar su consumo aprovechando más horas valle. Estas medidas muestran que, a pesar de su exasperación, los franceses siguen siendo pragmáticos y dispuestos a adaptar su forma de vida para afrontar la crisis.

Los jóvenes parecen ser los más proclives a producir su propia energía, El 86% de los jóvenes entre 18 y 24 años dicen conocer las energías renovablesen comparación con sólo el 57% de los mayores de 65 años. Esta conciencia podría ser una palanca importante para la evolución energética de la sociedad francesa.

Un futuro energético basado en la transparencia, la modernidad y la personalización

ante estos problemas, Los franceses esperan soluciones claras y adecuadas.. Su visión del futuro energético gira en torno a tres ejes: transparencia, modernidad y personalización.

El 61% quiere ofertas energéticas personalizadas para adaptar mejor sus medios y su situación particular. El 57% exige mayor transparencia en las políticas de precios y Al 38% le gustaría tener información en tiempo real de su consumo. La expectativa de una mayor personalización refleja la necesidad de controlar el gasto diario, ante un contexto de creciente precariedad.

Los franceses también muestran cierto interés por la innovación. El 73% de los encuestados afirma estar interesado en una aplicación que les permita controlar y ajustar su consumo en tiempo real. Este deseo de convertirse en actor de su propio consumo refleja un estado de ánimo preparado para los cambios tecnológicos. En paralelo, El 70% cree en la producción y almacenamiento de energía mediante paneles solares.y El 40% estaría a favor de un terminal que les permita revender la energía almacenada en la batería de su vehículo..

La energía en el centro de las preocupaciones francesas

la situación actual, marcada por una aumento constante de los precios de la energíaexacerba las tensiones y empuja a los franceses a considerar soluciones a veces radicales para evitar caer en la precariedad. Se cuestiona fuertemente la responsabilidad del Estado, la de los proveedores y el impacto de las decisiones europeas.

Sin embargo, queda un rayo de esperanza: Los franceses están dispuestos a adoptar comportamientos diferentes, cambiar de proveedor e innovar mediante la autoproducción y la gestión optimizada de la energía.. El futuro de la energía en Francia pasará sin duda por adaptarse a las expectativas de transparencia, modernidad y personalización expresadas por la población, para permitir un control real de los costes y recuperar la confianza de los consumidores.

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