Donald Trump ha prometido poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania si vuelve a ser presidente de Estados Unidos. Pero dadas sus posiciones y las pocas medidas reveladas, esto no parece ser una buena noticia para Kiev.
La guerra entre Rusia y Ucrania “nunca habría ocurrido si yo hubiera sido presidente” en el momento de la invasión de las tropas rusas, declaró Donald Trump durante su toma de posesión como candidato a la Casa Blanca por el Partido Republicano, en julio pasado. También dijo que era capaz de poner fin al conflicto “con una llamada telefónica” y “en menos de 24 horas” si resultaba elegido. Ahora que tiene asegurado recuperar las riendas de Estados Unidos, tras su victoria en las elecciones presidenciales del miércoles 6 de noviembre, ¿podrá acompañar sus palabras con acciones? Pero, sobre todo, ¿cómo podría poner fin a una guerra que dura ya más de dos años?
La política de Donald Trump en relación con la guerra en Ucrania suscita muchos temores y dudas, empezando por el futuro de la entrega de ayuda militar y financiera estadounidense a Kiev. El multimillonario y futuro presidente de Estados Unidos siempre se ha mostrado crítico con el apoyo estadounidense a Ucrania, hasta el punto de presionar al Congreso para que se niegue a aumentar la ayuda destinada al país desde Europa del Este. Una posición que todavía hoy parece relevante.
Varios analistas estadounidenses han estimado Correo de Washingtonantes del resultado de las elecciones presidenciales, que tras una victoria de Donald Trump “la capacidad de lucha de Ucrania quedaría muy debilitada”. Según ellos, el 47º presidente de los Estados Unidos no dudaría en reducir o incluso suspender la ayuda estadounidense a Kiev.
El plan de Donald Trump da un lugar de honor a Rusia
Si el futuro presidente populista ha repetido su capacidad de poner fin a la guerra, siempre se ha negado a revelar cómo lo haría. Eso sin contar con su vicepresidente, JD Vance, quien esbozó ciertos puntos del plan de Donald Trump en el podcast Shawn Ryan Show en septiembre. Medidas que, para muchos, responden a las exigencias de Vladimir Putin y van en contra de las posiciones del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Sin embargo, tanto para Europa como para Estados Unidos durante el mandato de Joe Biden, la paz debe lograrse en las condiciones de Ucrania y no en las de Rusia.
El plan de Donald Trump se basaría en dos grandes medidas, la primera sería la creación de una “zona desmilitarizada” en Ucrania a lo largo de la frontera con Rusia, es decir en los territorios de habla rusa anexados por Moscú. Un dispositivo de este tipo equivaldría a dejar los territorios de Donbass y Crimea bajo control ruso, como desea Vladimir Putin. Sin embargo, el presidente ucraniano ha asegurado por su parte que no habrá negociaciones hasta que Ucrania haya recuperado el control de estas tierras para no llegar en una posición débil a la mesa de negociaciones. El segundo punto consistiría en presionar a Ucrania para que renuncie a su entrada en la OTAN o en la Unión Europea. Una vez más, el plan trumpiano responde a los intereses y deseos del Kremlin y descuida los de Kiev.
Estas declaraciones del compañero de fórmula de Donald Trump han sido confirmadas por varias fuentes en Correo de Washington evocando las discusiones mantenidas durante una reunión de líderes políticos estadounidenses de derecha, incluido Michael Anton, ex colaborador del multimillonario, y una delegación del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Estas personas también concretaron otra medida con respecto a Moscú: que Rusia relaje su dependencia de China, competidor económico de Estados Unidos.
Una admiración por Putin, un intercambio con Zelensky
Con la elección de Donald Trump, Ucrania teme una retirada de Estados Unidos en términos de ayuda militar y económica. “El próximo presidente estadounidense podría reforzar o debilitar el apoyo a Ucrania. Si este apoyo se debilita, Rusia se apoderará de más territorio, lo que nos impedirá ganar esta guerra”, declaró Volodymyr Zelensky el 31 de octubre, durante una entrevista con el grupo audiovisual. KB.
Pero el presidente ucraniano quiere mejorar sus relaciones con el futuro líder de Estados Unidos: lo felicitó tras su victoria y declaró que nunca había oído al republicano decir que no quería ayudar a Ucrania. Luego los dos hombres hablaron por teléfono y “acordaron mantener un diálogo estrecho y avanzar [leur] cooperación”, según el presidente ucraniano.
Pero si Donald Trump habló con su homólogo ucraniano, siempre mostró cierta admiración por Vladimir Putin y evitó ser crítico con el Kremlin y su régimen dictatorial como informó el Correo de Washington. Un informe al presidente ruso que, combinado con “su hostilidad sin precedentes hacia la OTAN”, “no puede dar a Europa ni a Ucrania ninguna confianza en [les] relaciones [de Donald Trump] con Rusia”, advirtió Tom Donilon, asesor de seguridad nacional bajo la presidencia de Barack Obama al periódico estadounidense. Y añadió que la posición de Donald Trump “representa un peligro claro y presente para la seguridad de Estados Unidos y Europa.
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