La lucha contra la homofobia en el fútbol ha dado un nuevo giro en las últimas semanas. Si bien se decidieron medidas estrictas tras el resurgimiento de cánticos homofóbicos en los estadios de la Ligue 1, éstas parecen aplicarse a dos velocidades. Culpado de haberlo pronunciado el 19 de octubre al final del PSG-Estrasburgo (4-2), la grada de Auteuil en el Parque de los Príncipes fue la primera sancionada, en un partido a puerta parcialmente cerrada.
El comité disciplinario de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), sin embargo, no pudo tomar medidas tras los repetidos insultos y cánticos homofóbicos en el Vélodrome, al margen del clásico ganado por el PSG la semana siguiente (0-3). Lo mismo se repitió en el estadio Geoffroy-Guichard cinco días después, durante un encuentro entre Saint-Étienne y Estrasburgo: sin interrupción del partido y sin sanción. Inadecuaciones que llevaron a Rouge Direct a reaccionar este jueves.
“Una política de inacción e impunidad”
“El comité disciplinario de la Liga de Fútbol Profesional se negó ayer a sancionar manifestaciones ruidosas, sistemáticas y criminales de homofobia. Es oficial: la lucha contra la homofobia no existe en el fútbol francés. La LFP, que sin embargo actúa por delegación de servicio público, desafía abiertamente a su autoridad de control, el Ministro de Deportes”, comunicó este jueves el colectivo, uno de los principales actores en la lucha contra la homofobia en el deporte.
Preguntado el 24 de octubre sobre las soluciones que se podían encontrar contra estos abusos, el ministro de Deportes, Gil Avérous, había anunciado que los partidos serían “detenidos” y “perdidos para el equipo local”. Comentarios que el colectivo se tomó muy en serio, a pesar de las declaraciones del ministro del Interior, Bruno Retailleau, que afirmó unas horas más tarde que “detener los partidos” en caso de cánticos homofóbicos en los estadios era “muy complicado” y “no” la solución adecuada”.
“A través de su política de inacción e impunidad, la LFP es más que nunca uno de los actores más poderosos en la banalización de la homofobia y sus consecuencias en toda la sociedad, concretamente un aumento del 19% en los crímenes y delitos contra las personas LGBT según cifras del Ministerio. del Interior”, continúa Rouge Direct.
La LFP responsable, pero no sólo…
La asociación, que ya había presentado denuncias en el pasado, no sólo critica al organismo del fútbol francés, sino también “la ausencia de reacciones políticas ante esta grave noticia”, que considera “extremadamente preocupante”. Rouge Direct acusa en particular de inacción a Anne Hidalgo y Benoît Payan, alcaldes de París y Marsella, ya que ambos son propietarios del Parque de los Príncipes y del estadio Vélodrome, donde se pronunciaron cánticos homofóbicos.
“No hay reacción por parte de diputados de Marsella como Sébastien Delogu o Manuel Bompard (LFI), aunque son muy activos en los medios de comunicación sobre otras discriminaciones”, subraya también el colectivo.
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