“Un duro golpe”, “un día oscuro para el clima”, “el mayor revés civilizacional y climático de nuestro planeta”… Los observadores del clima no ocultaron su profunda preocupación el miércoles 6 de noviembre, al final de las elecciones presidenciales estadounidenses en las que ganó Donald Trump.
Pero a unos días del próximo y 29mi En la conferencia mundial sobre el clima (COP29), que se inaugurará en Azerbaiyán el 11 de noviembre, todos intentaron aferrarse a una esperanza: el republicano no podrá detener una transición ecológica en marcha en Estados Unidos como en otros países del mundo. Sin embargo, el multimillonario de 78 años corre el riesgo de hacer descarrilar la política estadounidense en este ámbito, así como la lucha global contra el calentamiento global.
La acción de Estados Unidos, el mayor contaminador histórico, el segundo emisor de gases de efecto invernadero del mundo y el mayor productor de petróleo, está resultando decisiva, mientras se cierra la ventana para esperar cumplir los objetivos del acuerdo climático de París. Con un segundo mandato para Donald Trump, “La estabilización del calentamiento por debajo de 1,5°C probablemente será imposible”advierte el climatólogo estadounidense Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania. “Este es el último clavo en el ataúd”apoya Rachel Cleetus, de la Unión de Científicos Preocupados, recordando que el objetivo más ambicioso del tratado era “ya en gran medida comprometido por décadas de falta de acción”.
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Donald Trump, un escéptico climático desde hace mucho tiempo, continúa atacando el medio ambiente. Cualquiera que llame al cambio climático ” broma “ y de “una de las mayores estafas de todos los tiempos” había derogado, durante su anterior mandato, más de un centenar de normas medioambientales resultantes de la presidencia de su predecesor, Barack Obama, y había sacado a su país del acuerdo de París. Estados Unidos lo restableció en 2021, tras la toma de posesión de Joe Biden.
Esta vez, el republicano quiere atacar con más fuerza y rapidez. Con su leitmotiv « Taladro, taladro bebé »Donald Trump, financiado por las compañías petroleras, lo ha dejado claro: tiene la intención de relanzar masivamente la producción de gas y petróleo, que él describe como “oro líquido bajo nuestros pies” –mientras continúa quemando carbón. Una política que va en contra de las recomendaciones científicas y del compromiso asumido en la COP28, en 2023, de una transición lejos de los combustibles fósiles.
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