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El exjefe de bomberos de Marcillac-la-Croisille, en Corrèze, fue condenado a tres años de prisión por provocar intencionadamente seis incendios forestales entre 2020 y 2022.
El tribunal judicial de Tulle investigaba este martes 5 de noviembre el caso de Alain Tabaste, de 63 años, ex jefe del cuartel de Marcillac-la-Croisille, en Corrèze (Nueva Aquitania). El hombre fue condenado a tres años de prisión por provocar deliberadamente seis incendios forestales. “Era insospechado, era un buen director del centro”, según palabras de sus superiores recogidas por France 3.
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Fue entre 2020 y 2022 que el bombero pirómano entró en acción. En Eyren, Espagnac, Gimel-les-Cascades y Sexcles, los incendios que inició arrasaron cientos de hectáreas de bosques, movilizaron a cientos de bomberos (incluidos los de Marcillac-la-Croisille) y recursos importantes, incluido Canadair. No se reportaron muertes.
“Fui estúpido y lo voy a pagar”
Para explicar su actuación, el bombero pirómano declaró que quería garantizar el correcto funcionamiento y “estrechar los vínculos” de su equipo formado por unos 25 voluntarios. El presidente del tribunal replicó: “Los gendarmes no cometen robos para garantizar la cohesión de la brigada”.
El abogado de la parte civil, Maître Dominique Val, deploró que Alain Tabaste “no quiera reconocer las consecuencias” de sus acciones. El acusado pidió perdón en varias ocasiones, restando importancia al alcance de sus crímenes. “Debí haber hecho 4.000 o 5.000 procedimientos en treinta y nueve años. En cinco días fui estúpido y voy a pagar por ello”.
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