Este ex ejecutivo de Valeo utilizó el correo electrónico profesional de uno de sus subordinados para enviar esta invitación. El tribunal administrativo de Orleans desestimó su solicitud que impugnaba su despido.
Todo empezó en 2020 en la fábrica de Valeo Systèmes Thermiques en Nogent-le-Rotrou. Un ejecutivo electo del Comité Social y Económico (CSE) utiliza el correo electrónico profesional de uno de sus subordinados sin su consentimiento para enviar una invitación a una fiesta swinger en casa de este último. El mensaje se envía a trece empleados de la empresa.
Una vez informada, la dirección inicia un procedimiento de despido, pero el ejecutivo en cuestión recibe el apoyo del inspector del trabajo local, en particular porque es elegido por el CSE.
Valeo no se queda ahí, porque detrás de esta sórdida invitación se esconden otros actos de acoso.
Como informa L’Echo Républicain, que ha divulgado el asunto, el ejecutivo en cuestión también fue acusado por Valeo de haber “difundido rumores sobre el estado de salud mental de uno de los empleados de la empresa” y de haber “transmitido instrucciones falsas” a una empresa de mantenimiento. Técnico en el turno de noche.
La empresa interpone un recurso ante el Ministerio de Trabajo, que autoriza el despido por falta grave en 2021. El ejecutivo lleva entonces el asunto al tribunal administrativo de Orleans para impugnarlo.
Acoso
¿Sus argumentos? Los hechos relacionados con la invitación a la fiesta de swingers eran “prescritos” y “no tenían la gravedad suficiente” para justificar un despido disciplinario. El ejecutivo también cree que cualquier empleado puede utilizar el correo electrónico de otro.
En cuanto a los hechos relacionados con el acoso, “no han sido probados”, según su abogado. “En realidad, su despido está motivado por el hecho de que su salario es elevado”, subraya su abogado.
Ninguno de estos argumentos fue aceptado por los magistrados que, por tanto, desestimaron la denuncia contra el denunciante (que aún puede apelar). También se le condena a pagar 1.500 euros en concepto de costas judiciales a la empresa.
El tribunal administrativo recuerda que el ejecutivo despedido no puede sostener que “todos tienen acceso al buzón de los empleados”. “Si sostiene que él no fue el autor de este correo electrónico, simplemente enviándolo sin leerlo, estas acusaciones no están respaldadas por ningún documento del expediente”.
“Estos hechos, que menoscaban la dignidad del empleado a pesar de [le requérant] era el superior jerárquico, constituyen falta”, sentenciaron los jueces.
En cuanto al argumento salarial, el querellante “no aporta ninguna prueba” que pueda demostrar que su empleador “intentaría despedirlo para ahorrar dinero”.
Olivier Chicheportiche Periodista BFM Negocios
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