El camino hacia la victoria está claro. Donald Trump acaba de ganar Pensilvania, uno de los siete “estados indecisos”, según las proyecciones de los medios estadounidenses CNN y NBC.
El candidato republicano obtuvo el 50,9% de los votos, según CNN, por delante de su rival, Kamala Harris, que sumó el 48% de los votos. Si bien el conteo está completo en un 95%, el multimillonario tiene más de 188.000 votos por adelantado.
El republicano se impuso así entre los 19 principales votantes asociados a este estado del noreste de Estados Unidos, que cuenta con 13 millones de habitantes.
En este estado crucial, apodado el “Estado Keystone”, la votación se vio interrumpida por largas colas y amenazas de bomba.
Pensilvania, junto con Wisconsin y Michigan, es uno de los estados del “muro azul”, históricamente demócratas pero que han podido oscilar en los últimos años. Donald Trump ganó estos tres estados en 2016 contra Hillary Clinton, Joe Biden los recuperó en 2020.
Como señal de su importancia en la carrera por la Casa Blanca, los dos candidatos han aumentado sus viajes al estado.
Para Kamala Harris, ganar estos tres estados fue una de las claves del éxito. “Siempre hemos sabido que nuestro camino más claro hacia los 270 electores es a través de los estados del muro azul. Estamos contentos con lo que vemos allí”, aseguró durante la noche la jefa de campaña de la vicepresidenta, Jen O’Malley Dillon. Con la pérdida de Pensilvania, la situación se vuelve casi imposible para el campo demócrata.
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