Se acaba de crear una zona de tráfico limitado, señal de que París se aleja del crecimiento económico para convertirse en una ciudad turística un poco como Venecia…
Desde esta semana, el ayuntamiento de París ha creado una zona de tráfico limitado.
El perímetro de esta zona va más o menos desde la Plaza de la Bastilla hasta la Ópera pasando por la República en su extremo norte y el Sena en su extremo sur, es decir, los distritos 1, 2, 3 y 4 sin los Grandes Bulevares al norte, las islas de la Cité y Saint Louis, ni los muelles bajos y altos de la margen derecha en dirección oeste-este. Esto representa una superficie de poco más de 5,5 km2.
“Este sistema prohíbe ahora el tráfico de tránsito en el centro de París a los vehículos motorizados sin excepción, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluido el cruce de la zona”.
Son posibles las exenciones para los vehículos de transporte público, los vehículos prioritarios de interés general, los vehículos de servicio público, los vehículos profesionales, los taxis y VTC, los vehículos de carsharing, los vehículos de transporte de personas titulares de la tarjeta de inclusión de movilidad, el PAM…
“Podrán venir allí las personas que viven, trabajan, consultan al médico, van a una tienda, visitan amigos, al cine o a una intervención”, señala la ciudad.
En concreto, las multas se aplicarán a partir de 2025. ¿Cómo no multará la policía a una persona que va a una tienda de buen hígado y no tiene pruebas? ¿Citamos un recibo de compra como prueba después de la compra pero antes? ¿Cómo puedes justificar que vas a comprar productos en una tienda local?
¿Cómo puedes justificar ir a ver a tus amigos? En este infierno administrativo mucha gente se hace la pregunta.
La ciudad piensa en el ridículo sistema de autocertificación como en la era Covid… La multa, en cambio, no será ridícula, es decir, 135 euros.
¿Más atascos alrededor de la ZTL?
Concretamente, los vehículos tendrán que utilizar la margen izquierda para evitar el ZTE, lo que corre el riesgo de aumentar los atascos al sur de París y concentrar el tráfico fuera de París. El alcalde del distrito VI, Jean-Pierre Lecoq, impugnó esta medida: “Estoy abrumado por esta falta de profesionalidad. La medición no fue documentada. No tenemos idea de cuáles serán las consecuencias en términos de retrasos en el tráfico, atascos y contaminación. Es un cambio total de vida que se introducirá muy rápidamente para todos los habitantes de los cuatro primeros distritos de la capital”, declaró a BFMTV.
Esta medida es tanto más controvertida cuanto que la mayoría socialista decidió recientemente reducir el límite de velocidad en la circunvalación a 50 km/h.
Evidentemente esta medida marca el repliegue de París sobre sí misma y el fin de una era: aquella en la que París era la capital económica de Francia y en la que el mundo entero envidiaba el dinamismo, tanto económico como nocturno, de la capital francesa.
A partir de ahora, París se está transformando poco a poco en un gran parque de atracciones como Venecia para quienes tienen los medios para comprar sus viviendas o vivir en sus viviendas sociales con una inyección de dinero público. En los últimos treinta años, el número de bares y discotecas se ha desplomado y la vida nocturna parisina ya no tiene nada que ver con los años 70, 80 y 90.
La población ha envejecido, las escuelas desaparecen (véase también este artículo) y los estudiantes de alto nivel son mucho menos numerosos tras el traslado de varias escuelas importantes (ENA de Estrasburgo, AgroParisTech, Télécom París, Escuela de Minas Politécnica, etc.) a la provincias o al sitio de Saclay.
En cuanto a los comerciantes, evidentemente tienen motivos para estar muy preocupados: esta ZTL limitará necesariamente los viajes y, por tanto, su volumen de negocios.
Los comerciantes parisinos habían solicitado un estudio de impacto y señalan los efectos indirectos sobre la actividad económica.
“Los profesionales y representantes de las empresas parisinas recuerdan también que el estudio de impacto de la ZTL pone de relieve que los aplazamientos del tráfico tendrán un efecto indirecto en las actividades económicas y comerciales en torno a la ZTL”, señala Alliance Commerce, que cita los numerosos problemas encontrados durante la aplicación de la ZTL. la ZTL para los Juegos Olímpicos. Las marcas de ropa registraron una caída de su actividad del -10,7% en junio, muy superior a la media nacional (-4%). El entretenimiento en vivo también se vio fuertemente afectado por los Juegos Olímpicos y Paralímpicos debido a conciertos cancelados o reubicados y a la falta de disponibilidad de equipos importantes. Más de un tercio de los lugares en París podrían cerrar excepcionalmente durante el verano de 2024, fuera de los cierres habituales de verano, y más del 80% prevé una caída de la asistencia. Los operadores de autocares y los lugares a los que sirven (lugares culturales, tiendas, grandes almacenes, hoteles, etc.) también se han visto muy afectados por la prohibición de utilizar autocares en este ámbito, a pesar de que desempeñan un papel crucial para la movilidad colectiva de los turistas de negocios y de placer”. señala la Alianza de Comercio de París.
La Alianza de Comercio había solicitado un estudio de impacto antes de la implementación de esta ZTL.
Recordemos que entre 2017 y 2020 París perdió 1.164 establecimientos con una fuerte caída en el número de carnicerías, tiendas de prêt-à-porter, pescaderías y quioscos de periódicos. Los parisinos visten menos, leen menos y conducen menos. El número de garajes ha disminuido un 55% desde el año 2000.
Los socialistas en el poder en el Ayuntamiento de París sin duda dan la bienvenida a la cara nueva y más civilizada de la ciudad.
París se está despoblando rápidamente
Pero más allá de la imagen hay que mirar la preocupante situación económica de París: menos empresas, más deuda (pasó de 4.000 millones en 2014 a 10.000 millones previstos en 2026), más impuestos (con un fuerte aumento del impuesto sobre la propiedad en los últimos años). A esto se suma el declive demográfico de una ciudad que está perdiendo habitantes. Así, según el INSEE, París perdió una media de 12.400 habitantes al año entre 2020 y 2024, en particular familias. La fuga también se acelera mientras “el saldo migratorio procedente de París pasó del -0,6% anual entre 2008 y 2013 al -1,1% anual entre 2013 y 2019”.
Entre 1968 y 2024, la población de París cayó un 18% hasta alcanzar los 2,094945 millones de habitantes en 2024. No hablamos también de los problemas de seguridad o de limpieza que han señalado muchos parisinos…
En general, medidas como la ZTL muestran que París ya no apuesta por el crecimiento demográfico y económico sino por el declive mientras el resto del mundo se desarrolla a un ritmo forzado… Y para los parisinos la observación es clara: tendrán que pagar más y más impuestos para vivir en una ciudad donde la actividad económica y la demografía están a media asta.
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