El gigante petrolero saudita Aramco informó el martes de una caída del 15% en su beneficio neto del tercer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, debido a los bajos precios del petróleo y una reducción de la producción.
El beneficio neto ascendió a 27,56 mil millones de dólares frente a 32,58 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2023, una disminución que “refleja principalmente el impacto de los menores volúmenes de petróleo crudo vendidos y el debilitamiento de los márgenes de refinación”, dijo la compañía en un comunicado publicado en Saudi Stock. Intercambio.
Arabia Saudita, el principal exportador de crudo del mundo, produce actualmente alrededor de 9 millones de barriles por día (mbd), muy por debajo de su capacidad de 12 mbd.
Esta cifra relativamente baja refleja una serie de caídas de producción que se remontan a octubre de 2022.
El domingo, Arabia Saudita y otros siete miembros del bloque productor de petróleo OPEP+ anunciaron que extenderían hasta finales de diciembre un recorte de producción de 2 mbd anunciado en noviembre de 2023 en un intento por subir los precios.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita, y sus aliados liderados por Rusia, concluyeron un acuerdo llamado OPEP+ en 2016 para influir mejor en el mercado.
“Aramco obtuvo fuertes ganancias netas y generó un fuerte flujo de caja libre durante el tercer trimestre, a pesar de los débiles precios del petróleo”, dijo el martes el presidente ejecutivo, Amin Nasser, en un comunicado separado.
La empresa está trabajando para “reforzar su posición como actor global importante en energía y petroquímica”, añadió.
Aramco es la joya de la economía saudí y la principal fuente de ingresos del programa de reformas Visión 2030 del príncipe heredero Mohammed bin Salman, cuyo objetivo es preparar al reino para la era post-petróleo.
¿Volúmenes o precios?
Los beneficios de la empresa permiten a Arabia Saudí financiar proyectos emblemáticos, como Neom, la megaciudad futurista en construcción en el desierto, un gran aeropuerto en Riad, así como importantes proyectos de desarrollo en el sector del turismo y las aficiones turísticas.
Aramco registró ganancias récord en 2022 después de la invasión rusa de Ucrania, que disparó los precios del oro negro.
Pero sus ganancias cayeron una cuarta parte el año pasado debido a la caída de los precios del petróleo y los recortes de producción.
El beneficio del primer trimestre de este año cayó un 14,5% y el del segundo trimestre un 3,4%.
La caída anual del beneficio de Aramco “no sorprende al Gobierno, que ya ha rebajado sus previsiones de ingresos para este año debido a la debilidad de los mercados petroleros”, estima Jamie Ingram, de la publicación especializada Middle East Economic Survey.
“En términos de política de producción de petróleo, se buscará evaluar qué es lo que al final generará más ingresos. ¿Debemos maximizar los volúmenes o los precios? Por el momento, la estrategia sigue centrada en los precios”, asegura.
Déficit presupuestario
El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó en abril que, con los niveles actuales de producción, el precio del barril de petróleo debería ser de 96,2 dólares en 2024 para que Arabia Saudita equilibre su presupuesto.
El precio del barril de Brent, el petróleo de referencia mundial, se situó el martes en 75 dólares, muy por debajo del umbral necesario para equilibrar el presupuesto saudita.
El Ministro de Finanzas saudita dijo que espera un déficit presupuestario de alrededor del 2,3% del producto interno bruto (PIB) en 2025, que se espera que aumente en los dos años siguientes.
La participación del Estado saudí en Aramco, una de las mayores empresas del mundo por capitalización bursátil, es de aproximadamente el 81,5%.
La oferta pública inicial parcial de Aramco en 2019, la mayor de la historia, recaudó 29.400 millones de dólares, y una oferta secundaria este año de casi 1.700 millones de acciones recaudó 12.350 millones de dólares.
AFP
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