“Rusia es la amenaza más activa” en los estados clave de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, acusaron los servicios de inteligencia estadounidenses este lunes 4 de noviembre por la tarde.
Los servicios de inteligencia estadounidenses acusaron a Rusia este lunes 4 de noviembre de participar “activamente” en operaciones de desinformación en los siete estados clave del país que deben determinar el resultado de las elecciones presidenciales del martes.
Estos siete estados llamados pivotales (Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin) tienen la llave de las elecciones por sufragio universal indirecto gracias a las cuales la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump accederán a la Casa Blanca.
“Rusia es la amenaza más activa” en estos estados americanos, acusaron la Policía Federal (FBI), la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) y la Agencia de Seguridad de Infraestructuras y Ciberseguridad (CISA). “Estos intentos corren el riesgo de incitar a la violencia, incluso contra funcionarios electorales”, alertan estos servicios.
“Engañado”
Los “estados indecisos”, que pueden oscilar de un lado a otro, ya son objeto de acusaciones por parte de los republicanos de “trampas” y “fraudes” supuestamente perpetradas por los demócratas.
Según la ODNI, recientemente circuló en redes sociales un video con una entrevista a una persona que afirma que el fraude con boletas falsas y alteraciones de listas electorales fue para favorecer a Kamala Harris en Arizona.
El Secretario de Estado de Arizona, Adrian Fontes, calificó el vídeo de “completamente falso” y su estado, considerado un bastión de la conspiración electoral, tomó medidas para proteger a sus trabajadores electorales y sus operaciones electorales.
Su homólogo en Georgia (sureste), Brad Raffensperger, informó el jueves sobre “un vídeo que pretende mostrar a un inmigrante haitiano que posee varios documentos de identidad de Georgia y afirma haber votado varias veces”.
“Acusaciones infundadas”
El FBI, ODNI y CISA habían confirmado que “agentes de influencia rusos habían fabricado” este vídeo. Moscú denunció el sábado estas “acusaciones infundadas” y “todas las insinuaciones sobre las ‘maquinaciones rusas’ (como) calumnias maliciosas”.
No es la primera vez durante esta campaña presidencial estadounidense que Washington acusa a Moscú, pero también a Teherán, de participar en operaciones de desinformación en las redes sociales para provocar disturbios.
Como durante la victoriosa campaña de Donald Trump en 2016, Rusia negó cualquier actividad desestabilizadora en Internet y aseguró “respetar la voluntad del pueblo estadounidense”.
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