Casi una semana después del inicio de las inundaciones que dejaron al menos 217 muertos en España, aún se desconoce el número de desaparecidos, lo que hace temer un saldo humano final mucho más grave.
Es una situación que sigue empeorando día a día. Desde el inicio de las inundaciones en el sureste de España el martes 29 de octubre, al menos 217 personas han perdido la vida y muchas siguen desaparecidas.
Sobre este último punto, las autoridades no han comunicado cifras desde el inicio de la catástrofe. La búsqueda de supervivientes continúa, apoyada en particular por el ejército que llegó como refuerzo. Los equipos de rescate temen, en particular, que muchas personas hayan quedado atrapadas en aparcamientos subterráneos, algunos de los cuales todavía están siendo explorados.
“Ya no hay cadáveres en la superficie”
Desde hace varios días circulan en la prensa española diferentes estimaciones sobre el número de personas desaparecidas. El diario El Diario mencionaba inicialmente este viernes la cifra de 2.500 desaparecidos. Un total rápidamente matizado por las autoridades, que luego explican que las comunicaciones no se han restablecido en muchas regiones.
Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, aseguró la semana pasada que se habían recibido “miles de llamadas” para denunciar una desaparición. Pero la desaparición de una persona suele ser denunciada varias veces.
Las autoridades también explican que los familiares no informan sistemáticamente cuando se encuentra con vida a una persona desaparecida. Desde entonces, se han restablecido las conexiones en gran parte de las zonas de catástrofe.
“Ya no podemos encontrar ninguno porque no hay más cadáveres en la superficie”, afirmó Pilar Bernabé, preguntada por la falta de información sobre el número de desaparecidos.
Comentarios matizados por Javier Marcos, jefe general de la UME (Unidad Militar de Emergencias) que pidió “paciencia”, antes de detallar las difíciles condiciones a las que se enfrentan los socorristas.
España: todavía cientos de desaparecidos – 04/11
Porque las operaciones de rescate siguen siendo difíciles debido a la naturaleza del terreno y a la gran magnitud de los daños. “El recuento de los desaparecidos debe realizarse en paralelo con las operaciones inmediatas de socorro y la evaluación de los daños”, explica Pier Matteo Barone, profesor de la Universidad Americana de Roma especializado en geoarqueología. en El País.
“A esto se suma la recopilación de información de familiares, autoridades locales y una fase esencial de verificación mediante el cruce de datos entre expedientes de salud e identidad y testimonios sobre el terreno”, continúa.
Sobre todo porque los rescatistas están haciendo un trabajo muy minucioso, revisando cada coche para ver si hay personas desaparecidas.
En BFMTV, Fausto Quintanilla, portavoz del municipio de Riba-roja de Túria, cerca de Valencia, también aportó un elemento de respuesta. “Creo sinceramente que estamos abrumados por la magnitud de lo que está sucediendo. Tenemos 60 pueblos afectados. En algunas ciudades, los soldados apenas regresan porque tuvieron que limpiar el terreno. En ciertas calles, terminamos con 100 vehículos en uno encima del otro”, describe.
“Hay que entender que el modelo de Estado español no es como el francés que es centralizado. Es el Gobierno de la región el que lidera la coordinación de las emergencias y el mando de todo lo que está pasando”, ha recordado.
El Gobierno regional valenciano, encabezado por Carlos Mazón, del principal partido de la oposición, y el ejecutivo del socialista Pedro Sánchez, se culpan mutuamente de los fallos en la gestión de la crisis.
En España las regiones tienen mucha autonomía y por ejemplo, para que el ejército pueda actuar, como ocurre actualmente en las operaciones de rescate en la provincia de Valencia, el Gobierno regional debe solicitarlo.
Ante la falta de unidad de las autoridades, un ejército de voluntarios tomó el relevo para participar en las operaciones de limpieza y distribución de alimentos en las zonas del desastre.
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